Jorge de Oteiza Enbil (Orio, Guipúzcoa, 21 de octubre de 1908 - San Sebastián, Guipúzcoa, 9 de abril de 2003) fue un escultor español. Se le considera uno de los máximos exponentes de la Escuela Vasca de Escultura.
Inició su actividad artística en San Sebastián en los años 20, en contacto con los jóvenes que desarrollaban la vanguardia artística en su ciudad. Las primeras obras escultóricas de Oteiza están fuertemente influidas por el cubismo y el primitivismo.
Con el fin de investigar la estética de la escultura precolombina, en 1934 viaja a Sudamérica (Bolivia, Colombia, Argentina, Chile), donde permanece hasta 1948, sorteando la Guerra Civil Española. Durante su estancia en el continente americano, toma contacto con artistas, entre los que cabe destacar a Edgar Negret o Joaquín Roca Rey. Durante años se dedicó además de a su obra escultórica y a realizar estudios sobre estética, a la labor docente como profesor de cerámica en la Escuela de Cerámica de Buenos Aires, Argentina, fundada por Fernando Arranz, y posteriormente durante su traslado a Popayán, Colombia.
En este periodo escribe dos textos fundamentales para la comprensión de su proyecto artístico: Carta a los Artistas de América (1944), publicada en la revista de la Universidad de Cauca, e Interpretación estética de la estatuaria megalítica americana, que será publicado más tarde (1952). A su regreso a España, se le concede por concurso la realización de la estatuaria para el friso y la fachada de la Basílica de Nuestra Señora de Arantzazu (1949-51), obra del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza. En esta gran obra, Oteiza pone en práctica sus teorías sobre el debilitamiento de la expresión figurativa, aplicándolas a un tema religioso. La Iglesia prohíbe los trabajos, retrasando su conclusión a 1968, cuando se termina de colocar el friso de apóstoles y se coloca en la fachada una imagen de la Virgen con el hijo muerto a sus pies.
Con la experimentación heredada del constructivismo, Oteiza se embarca en lo que denomina su Propósito Experimental (1955), título con el que se presenta en la Bienal de São Paulo (1957), donde obtiene el premio extraordinario de escultura. En 1959, por entender que había alcanzado a su fase conclusiva, decide abandonar la actividad escultórica. En estos cinco años de actividad Oteiza realiza una operación de gran trascendencia, al situar su obra en la senda de la tradición geométrica europea, reivindicando el neoplasticismo y el constructivismo soviético. La recuperación de las estéticas geométricas europeas y su influencia en la cultura vasca generan las bases de lo que se denomina la escuela de la escultura vasca; es Eduardo Chillida su representante más preciado en el mercado del arte.
Durante los 60 y 70 Oteiza investiga la lengua vasca y las manifestaciones populares de su pueblo. En 1963 publica Quousque tandem…! Ensayo de interpretación del alma vasca, que se convertiría en su texto más conocido y polémico. En este libro se hace una defensa de la cultura popular vasca y su identidad, a la vez que se propone la estética como ciencia bajo la que subsumir todo el conocimiento. En 1969, Oteiza funda laEscuela de Deba con el fin de poner en práctica estas ideas. Los trabajos críticos y teóricos también se completan con la poesía: Existe Dios al noroeste (1990) o Itziar, elegía y otros poemas (1991).
Oteiza es un artista puente entre el periodo de las vanguardias y la generación de la posguerra, y alcanza su influencia en sectores artísticos, culturales y políticos. Se mantuvo distante y crítico con los reconocimientos oficiales, siempre manteniendo su particular posición iconoclasta en lo ideológico y político.
En 1992 donó su legado al pueblo de Navarra. Tras su muerte, en primavera de 2003, abrió sus puertas al público la Fundación Jorge Oteiza, en la localidad de Navarra de Alzuza, ocupando lo que fue su casa y taller.
En la localidad navarra de Alzuza, la Fundación Museo Jorge Oteiza guarda en un edificio diseñado por Francisco Javier Sáenz de Oiza la colección personal de Oteiza, quien la donó a la Fundación que lleva su nombre, en la que interviene el Gobierno de Navarra; está compuesta por 1650 esculturas, 2000 piezas de su laboratorio experimental y su biblioteca personal, además de una extensa presencia de dibujos y collages.
Las creaciones escultóricas de Oteiza, en su mayoría diseños de formato reducido, han extendido su presencia en fechas recientes mediante la elaboración de réplicas a tamaño monumental, que han suscitado opiniones contrapuestas ya que algunos entendidos consideran que el cambio de escala altera la concepción del artista. También suscitó polémica la existencia de ediciones seriadas producidas sin el debido control.
Un ejemplo de escultura monumental urbana es la obra Variante ovoide de la desocupación de la esfera de 1958, situada ante el Ayuntamiento de Bilbao.
En 2007, las dos cruces enlazadas de bronce que conmemoraban el enterramiento del escultor y de su esposa Itziar fueron robadas. El mismo año, la prestigiosa Documenta de Kassel expuso obras seleccionadas del escultor y fotografías a tamaño natural de su Laboratorio de tizas junto a obras de artistas del momento bajo el título ¿Es la modernidad nuestra antigüedad?.
Jorge Oteiza Embil es un ejemplo de artista integral. De formación prácticamente autodidacta, cultiva principalmente la escultura, pero también la pintura, la arquitectura, la poesía, la estética, el cine, la antropología, la educación y la política. Fue todo un agitador cultural, por lo que se le ha llegado a comparar en este aspecto con Walter Gropius.
De un carácter rudo e indomable, según sus detractores, se mantuvo fiel a sus principios, apartándose de los circuitos comerciales del arte.
Nace en Orio (Guipúzcoa) en 1908 en el seno de una familia de hosteleros, en una posición bastante acomodada. Cursó el bachillerato en el Colegio del Sagrado Corazón de San Sebastián y en el de los Capuchinos de Lekaroz, Navarra, entre los años de 1914 y 1920. Aquí comienzan sus primeras amistades con los que serán artistas importantes, como Juan Cabanas o Nicanor Zabaleta.
Se trasladan a Madrid en el año 1927 y comienza a estudiar medicina, aunque su verdadera vocación era la arquitectura. De esta manera abandona la facultad en el tercer curso para matricularse en la Escuela de Artes y Oficios de la misma ciudad, en la que no permanecerá mucho tiempo. En su estancia en la capital es cuando comienza a forjarse su ideario político de izquierdas y nacionalista, pero también sus primeras esculturas.
Con la década de los 30 regresa a San Sebastián, involucrándose en la vida artística de la ciudad. En 1931 recibió su primer premio en el IX Concurso de Artistas Noveles Guipuzcoanos. La República estaba permitiendo la creación de un foco cultural artístico muy importante en el País Vasco.
En 1948 regresa y se establece en Bilbao. Se siente defraudado, ya que la Guerra Civil y la Dictadura de Franco han acabado con todo el incipiente panorama cultural que se estaba forjando en el País Vasco.
Tras el encargo de la estatuaria de la nueva Basílica que se está construyendo en Aranzazu en 1950, establece su primer estudio estable en esta localidad en 1952, pero debido a los problemas que esta heterodoxa obra generará en la jerarquía eclesiástica, impidiendo que se termine la obra, se traslada de nuevo a Madrid en 1956.
En mayo de 1957 participa en París en la creación del grupo artístico Equipo 57, pero lo abandona rápidamente ya que considera ingenuas las propuestas artísticas que recogía su manifiesto. El hito fundamental de su carrera artística es la IV Bienal de Sao Paulo de 1957 en la que se alzó con el Premio Internacional de Escultura, consiguiendo de esta manera el reconocimiento internacional.
En 1958 fija su residencia en Irún, donde trabajará con el escultor Néstor Basterretxea en el taller que ambos construirán.
Surge el escándalo con motivo de la exposición que celebrará en la Gres Gallery de Washington, ya que como le sucediera décadas atrás a Brancussi, la aduana americana no permitió la entrada de las esculturas como obras de arte, sino como hierros, por lo que tendría que pagar los mismos impuestos que si se tratase de este material.
Al año siguiente da por terminada su experimentación artística y se dedica en exclusiva al campo teórico, publicando varios libros de investigación sobre la lengua y la cultura vasca, aunque siguió elaborando esculturas de manera esporádica. Su gran objetivo fue la creación de una Escuela de Arte Vasco, en la que los jóvenes artistas de las nuevas generaciones desarrollasen las peculiaridades de la escuela que el propio Oteiza iba desarrollando teóricamente. De esta manera participa personalmente en la creación de diversos grupos artísticos como Gaur (Guipúzcoa), Emen (Vizcaya), Orain (Araba) y Danok (Navarra).
Al año siguiente da por terminada su experimentación artística y se dedica en exclusiva al campo teórico, publicando varios libros de investigación sobre la lengua y la cultura vasca, aunque siguió elaborando esculturas de manera esporádica. Su gran objetivo fue la creación de una Escuela de Arte Vasco, en la que los jóvenes artistas de las nuevas generaciones desarrollasen las peculiaridades de la escuela que el propio Oteiza iba desarrollando teóricamente. De esta manera participa personalmente en la creación de diversos grupos artísticos como Gaur (Guipúzcoa), Emen (Vizcaya), Orain (Araba) y Danok (Navarra).
Pretende remover la conciencia colectiva de la intelectualidad vasca dando numerosas conferencias por todo el territorio. Presentó proyectos innovadores, como la creación de un Museo de Antropología Vasca en Vitoria, o una universidad vasca piloto en Loyola o en San Sebastián.
En 1971 retoma de nuevo su trabajo escultórico experimental con el laboratorio de tizas, obras experimentales realizadas en este material y de pequeño formato. También utilizará otros materiales como papel, aluminio y cartón para sus obras en pequeña escala.
Con la llegada de la democracia intenta colaborar con el Gobierno Vasco en temas de arte y cultura, pero sus expectativas de lograr un cambio cultural en el País Vasco se ven frustradas, dando lugar a un gran descontento con el Gobierno Autonómico.
Desde la década de los 80 se suceden los homenajes hacia su trayectoria artística e intelectual. Realmente nunca gustó de recibir estas distinciones, por lo que rechazó alguna de ellas. En 1985 recibe la Medalla de Oro de las Bellas Artes de parte del Ministerio de Cultura. En 1988 recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Artes por su carrera artística, poética e intelectual. La concesión de este premio desembocó en la publicación del libro Cartas al Príncipe, como agradecimiento por el reconocimiento y a su vez crítica a la situación cultural vasca.
En 1996 le conceden el Premio Pevsner, en 1998 es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco, Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y Medalla de Oro de Guipúzcoa.
El año de 1997 fue un momento especial, ya que tras varios años de desencuentro y enemistades con el escultor Eduardo Chillida, consiguieron sellar la paz en la finca que éste estaba preparando para su futuro museo-fundación en Hernani. Es el conocido “abrazo de Zabalaga”, que ponía fin a las disputas que desde hace más de 30 años mantenían estos antiguos amigos de tiempo atrás.
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