Josep de Togores i Llach

Cerdanyola del Valles, 1893 - Barcelona, 1970


En el seno de una familia acomodada y culta que frecuenta los círculos intelectuales, nace Josep de togores. Con trece años de edad, sufre de meningitis, produciéndole una sordera total. Su padre, ante las aptitudes demostradas por el niño para el dibujo, y la imposibilidad para seguir estudios normales, decide encaminarle hacia una formación artística.
Un primer viaje a Francia y Bélgica le descubre el arte de Rembrandt y su visita a la Exposición Internacional de Arte del año 1907 en Barcelona, las obras de Monet ante las cuales quedará fascinado. Comienza entonces a pintar pequeños oleos como el retrato del pintor Alexandre de Riquer. Con dieciocho años ya es un artista presente en las exposiciones importantes de la ciudad. En 1913 entra en contacto con la escuela de decoración de Joaquín Torres García, gracias a l cual, obtiene el encargo de realizar la decoración mural de la Capilla de Anna Girona en Poblet. La obtención de una beca para realizar estudios en París, concedida por el ayuntamiento de Barcelona, le va a permitir conocer la pintura de Cézane, autor que va a ejercer una influencia decisiva sobre su obra, que comienza con una serie de paisajes "cézannianos" del Maresme.

En 1917 conoce a Picasso, que le hace implicarse en las teorías del cubismo y entrar de lleno en el circulo de artistas de ese movimiento. Entre Cataluña y Francia, pasa los años veinte, comenzando en 1921, su relación con Kahnweiler, quien más adelante será marchante de Picasso, y su Galería Simon. Con él, firma un contrato de exclusividad ,que ira renovando hasta 1931, comenzando su periodo más experimental, en el que su obra se acerca al automatismo y surrealismo. De la mano de Kahnweiler se convierte en un artista de enorme éxito.

1932, supone un abandono de las formas más experimentales, para regresar a la figuración, su retorno a Barcelona y el cambió de marchante, ahora Francesc Cambó. Con estos cambios, comienza un periodo de gran actividad retratística, siendo requerido por los personajes más relevantes de la sociedad catalana, pasando a ser, junto a Joaquín Mir, uno de los pintores mas cotizados del momento. Con el estallido de la guerra civil, envía a su familia a Francia mientras que el pasa los primeros momentos del conflicto en Barcelona, aunque en breve, tendrá que marchar él también, ante el empeoramiento de la situación. En 1939, regresa a España, donde con gran prestigio, continua trabajando, hasta que en 1970 es atropellado en el Paseo de Gracia de Barcelona y fallece.