El artista chino Ai Weiwei posa en su exposición 'Tree', que se llevó a cabo en el Royal Academy de Londres, en el 2015.
AFP
El nuevo Museo M de Hong Kong se enfrenta al dilema de no poder mostrar al artista chino más famoso.
“Cualquier formCuando fue fotografiado haciendo un gesto obsceno en la plaza Tiananmen, el artista disidente chino Ai Weiwei sabía que estaba provocando, pero no imaginaba que 26 años después su obra estaría en el corazón de una polémica sobre la censura en Hong Kong.
La excolonia británica ha disfrutado durante mucho tiempo de libertades desconocidas en el resto de China continental. Pero ahora lucha por mostrarse al nivel de su reputación como refugio cultural, a causa de la fuerte injerencia en el territorio por parte del poder comunista. Inquieta por las protestas de 2019, Pekín ha desencadenado una drástica represión contra el movimiento prodemocracia mediante una ley draconiana de seguridad nacional, que también incluye al mundo del arte. Desde su exilio berlinés, Ai Weiwei, el más famoso artista chino contemporáneo, está convencido de que Hong Kong sufre la misma estricta censuraa de libertad de expresión puede ser declarada ilegal o subversiva”, afirma Ai Weiwei. Todas las miradas se centran en el Museo M+, cuya inauguración ha sido “interrumpida”. Este espacio de 60.000 metros cuadrados, finalmente abrirá sus puertas este año, con mucho retraso y la enorme ambición de competir con el Tate Modern londinense o el MoMA neoyorquino. El museo cuenta con una de las mejores colecciones de arte chino contemporáneo, sobre todo gracias a una donación del coleccionista suizo Uli Sigg. Su catálogo online guarda 249 obras de Ai Weiwei, así como fotos de Liu Heung-shing de la represión en la plaza de Tiananmen, en 1989, algo censurado en China continental.
Cualquier forma de libertad de expresión puede ser declarada ilegal o subversiva
Los políticos hongkoneses pro-Pekín ya acusaron al museo de violar la ley de seguridad y “difundir el odio contra el país”, destacando la foto de Ai Weiwei en Tiananmen. El lunes, un funcionario del Gobierno de Hong Kong afirmó que esta no será expuesta cuando se inaugure el museo.
Ai Weiwei describió a los curadores del M+ como “grandes profesionales”, dotados de una “integridad creativa”, pero enfrentados a “un mundo que cambia demasiado rápido”. Y agrega: “La sociedad hong-konesa liberal y democrática está en vías de desaparición”.
Ai Weiwei ayudó a diseñar el Nido de Pájaro, el estadio pequinés para los Olímpicos 2008. Sin embargo, se volvió la bestia negra del poder, primero provocando la cólera de Pekín al investigar el colapso de escuelas durante un terremoto en 2008 en la provincia de Sichuan, y un incendio que provocó decenas de víctimas en Shanghái, en noviembre de 2010. En 2011, estuvo 81 días detenido, y cuatro años después se fue a vivir a Alemania.
Y que el gesto con su dedo medio mostrado en Tiananmen enfurezca a los pequineses no le preocupa, todo lo contrario. “No puedo ocultar sentirme orgulloso de ello. Un pequeño gesto de un individuo puede convertirse en un asunto de Estado y socavar los cimientos del autoritarismo”, destaca.
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