Una imagen panorámica de Art Lima 2015. (Foto: Difusión)
La proyección y confianza en que el arte de la región sea más reconocido en el mundo es un fenómeno que crece con el tiempo
ADRIANA GARAVITO Y SANTIAGO BULLARD
En Art Lima, uno atraviesa diversos espacios. Mira obras, instalaciones, se cuestiona, busca el nombre del artista... Se deja llevar. Se sabe que el artista está compartiendo parte de su mundo. Sin embargo, hay otra visión a tener en cuenta: la de los galeristas que los representan. Conversamos con algunos de ellos durante la feria que se lleva a cabo en la Escuela Superior de Guerra del Ejército y sobre su apreciación del movimiento artístico local.
“Hay mucha fuerza en el arte latinoamericano, y en Latinoamérica en general. Como región, no solo posee los recursos, sino también un elemento mágico (si se quiere llamarlo así), que lo hace diferente en términos de contenido, y también de fuerza, color y textura. Colombia y Brasil, sobre todo, han tenido un gran desarrollo. Se los compara con Alemania”.
La declaración de Christopher Paschall, uno de los dueños de la galería PSH (Bogotá), sintetiza a grandes rasgos la apreciación que existe sobre el arte en la región. De hecho, se habló mucho de esta durante la feria ARCO en Madrid, donde Colombia fue el país invitado.
Concuerda con él Klaus Steinmetz, dueño de la galería que lleva su nombre en San José. “Es un arte sumamente creativo [el latinoamericano]. Las regiones de lo que mal llamamos Tercer Mundo tienen un pasado histórico que los motiva a seguir creando. Siento que Europa y Estados Unidos son culturas que están ligeramente cansadas, mientras que en Latinoamérica y Asia están en un momento de evolución. Además, yo soy creyente de que si uno no hace la labor de promocionar el arte de sus raíces, nadie lo va a hacer. No podemos dejar todo el trabajo a los museos”, comenta.
Klaus Steinmetz, de la galería que lleva el mismo nombre en San José. (Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio)
LIMA, UN ESPACIO
En ese sentido, Art Lima tiene como objetivo ser uno de los centros de promoción del arte local. Las predicciones no son malas. “El Perú ha salido al mundo. En el circuito internacional empieza a verse el arte peruano, y hay un interés creciente por parte del público”, dice Eduardo Brandão, de la galería Vermelho (Sao Paulo).
En ese sentido, Art Lima tiene como objetivo ser uno de los centros de promoción del arte local. Las predicciones no son malas. “El Perú ha salido al mundo. En el circuito internacional empieza a verse el arte peruano, y hay un interés creciente por parte del público”, dice Eduardo Brandão, de la galería Vermelho (Sao Paulo).
Evidentemente, el primer llamado de atención es hacia los coleccionistas. “En el Perú nunca hubo una tradición de coleccionismo, y por eso es interesante ver cómo empieza”, le dijo a El Comercio Damián Casado, de la Galería Casado & Santapau (Madrid), quien representa a tres artistas peruanos: Aldo Chaparro, Ximena Garrido-Lecca y Pierre Estocolm. “El interés por el arte contemporáneo crece constantemente”.
Aunque Pepe Cobo, a cargo de la galería que lleva el mismo nombre en Lima, enfatiza: “El coleccionismo es incipiente. Existe un desinterés general por parte del Estado y las fundaciones, por lo que la estructura cultural pública no ha apoyado lo suficiente a lo largo de los años”.
Pero ese ámbito no es el único. Como lo dijo el artista mexicano Vargas-Suárez, quien presenta uno de sus trabajos con la galería venezolana Okyo. “Una feria de arte se lleva a cabo por varios motivos. Para exponer a coleccionistas, para establecer contactos, para conocer otros trabajos... para ver arte en general”.
Damián Casado, de Casado & Santapau de Madrid. (Foto: Alessandro Currarino/ El Comercio)
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