Un centenar de piezas de arte compondrán la tercera versión de la feria Art Medellín, que estará vigente en este fin de semana y en el habitual espacio muestral de Plaza Mayor, con escenario en la urbe capital del “territorio paisa”. La iniciativa despliega la apuesta de unas 30 galerías que comprometieron su asistencia a la convocatoria y que aspiran a garantizar el éxito de una exhibición que aún se asoma tímida en el calendario de este tipo de eventos, tanto colombiano como regional. Aunque queda por delante un proceso de consolidación que no será ni corto ni fácil, es bueno señalar que a esta versión que muestra la corta edad de la Feria, asistirán más de una decena de países con sus artistas y galerías. En la lista de casas de exhibición aparecen la mexicana Ginocchio, Enlace Arte Contemporáneo, de Lima, Art & Gallery de Panamá y la barcelonesa Imaginart en enumeración acotada. La convergencia de público y especialistas se desarrolla entre este 16 y el 19 de septiembre.
Escribe: Néstor DÍAZ VIDELA
Los asistentes podrán apreciar en las tres jornadas de feria obras y propuestas de artistas de países como Brasil, Cuba, Argentina, Estados Unidos, Chile, España, México, Perú y Suiza, entre otros. En una relación en la que también estarán presentes los artistas y galerías locales, así como en general los del país anfitrión. Se ha previsto la exhibición de instalaciones de arte de gran formato y experimental en un pabellón especial, llamado Verde, del recinto preparado para la gran muestra. Esto además de las creaciones de arte tradicional. En la sumatoria, un 60 por ciento de las galerías que comprometieron su asistencia son del exterior y eso es una señal positiva de proyección hacia el futuro inmediato, en particular ahora que la experiencia de este encuentro busca potenciar el interés “con obras de gran formato, tipo museo, que van de lo moderno a lo experimental, cubriendo todo el espectro de las artes visuales”, según lo expresado por uno de los organizadores.
Una intención más amplia es el revigorizar a una zona del país con una larga tradición de producción en las artes visuales, la cual en apariencia tuvo una relativa inflexión en las últimas décadas. En el plano logístico, el escenario de exposición tendrá un sistema de iluminación de bajo consumo y paredes de 3 metros de altura, adecuadas para la disposición de las mayores dimensiones y la generación de una sensación de más libertad para los recorridos. La intención de la curaduría es poder brindar, además de expuesto, condiciones para el cruce de percepciones y espacios dirigidos a una mejor reflexión sobre lo que se presenta a la vista de manera puntual y en contexto inmediato. El cruce señalado es el que debe aparecer entre las apuestas tradicionales y las no ortodoxas, entre estas últimas aquellas que pueden desafiar ideas preconcebidas sobre lo que es arte, lo que corre paralelo con los tiempos postmodernos y con una ética de la autenticidad que no se guía por límitesbienpensantes.
Si bien esto de producir arte en aquello que está más allá de las fronteras de lo aceptable no es nuevo en este plano de la construcción humana y lo que confrontó con lo clásico arranca ya en el siglo XIX, nadie puede olvidar que desde el dadaísmo y el inodoro de Duchamp, cualquier objeto podría ser arte si se lo quitase de su contexto original, utilitario y cotidiano. Es por eso que elperformance, la instalación, o el uso exclusivo de las tecnologías, ya se han posicionado desde hace varias décadas en el campo de la producción estética, aunque aún no sean bien recibidas en el enlace insoslayable aunque siempre pugnaz del mercado con las artes visuales. Una contradicción, esta, que tampoco es nueva pero que se agudiza con el desarrollo de la sociedad de masas y de la cultura del consumo. Eso significa que la desdivinización de la obra de arte continúa su proceso, en paralelo con la transformación del mundo que instauró la cultura burguesa hace más de dos siglos. Esa forma de abordar el mundo que Marx admiró con crítica despiadada.
HUGO ZAPATA * |
En el plano teórico, la reflexión sobre esa disolución de las fronteras entre campos estéticos y el pastiche que generó la irrupción de las masas, de la mano del consumo y de las tecnologías, ya la dieron en dura pelea los heterodoxos de la Escuela de Francfurt, con Walter Benjamin como abanderado. Una óptica que trascendió a su tiempo -las primeras décadas del siglo pasado- y que abarcó desde el cuadro de caballete, al gran formato e incluso en su momento al naciente cine. Todo eso es hoy arte sin discusión, aunque se sostenga aún hoy un metarrelato bastante ligado a una concepción de lo sublime en la pieza que se considera arte, bastante ligada a la distancia con lo pensaba al respecto Emanuel Kant, y en contrario a lo que plantea el sentido común sin la fundamentación argumentativa necesaria. Es que en la cultura de masas esa condición discursiva suele ser prescindible por la naturaleza dionisíaca de la observación acrítica vigente, puesto que, en un paralelo arbitrario, Homero Simpson no por carecer de fundamentos teóricos deja de amar a su familia y a lo que a él le parece bueno.
La feria de arte de Medellín es un escenario para el estímulo no contemplativo y la experimentación, la apertura de una posibilidad coleccionista y para los nuevos nichos del mercado, entendida la pieza de arte como una mercancía sujeta a la apropiación, uso y circulación. Esto es, la creación estética en su condición de texto social adecuado para la comprensión del mundo, nunca desligado de las dinámicas y las lógicas del mercado y sin renunciar, si se quiere, a las formas de comprensión tradicionales del arte. Frente a los remilgos y al respecto, ya hizo advertencias Hegel con maestría, hace más de dos siglos: progresar es “avanzar conservando”. Es por ello que pueden convivir en una misma muestra múltiple como esta que se desarrolla en la capital paisa, el cuadro tradicional, con lo que es vanguardia e incluso con algo del antiarte o arte contestatario -si se acude a la mirada transversal de Bendetto Croce- dependiendo de la perspectiva de lo que se entienda en esta materia. Si hacia allí va la propuesta in extenso de los organizadores de Art Medellín, entonces van por buen camino (aresprensa).
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