Fueron seleccionados por el Fondo Nacional de las Artes para una residencia en sitios emblemáticos de la cultura española que les permitirá gestar una obra y presentarla en sociedad frente a marchands y operadores culturales de todo el mundo.
La próxima edición de la Feria ARCO, que comenzará en Madrid el 22 de febrero con la Argentina como país invitado de honor, funcionará como un laboratorio creativo para diez artistas emergentes seleccionados por el Fondo Nacional de las Artes para concretar una residencia en sitios emblemáticos de la cultura española que, en el lapso de un mes, les permitirá gestar una obra y presentarla en sociedad frente a marchands y operadores culturales de todo el mundo.
El envío argentino a una de las ferias de arte más prestigiosas del mundo dará cuenta del panorama artístico actual a través de focos múltiples: la selección de 12 galerías nacionales con obras de 23 artistas de todo el país, una red de exhibiciones que incluye el trabajo de más de sesenta artistas de todas las disciplinas bajo la curaduría de Sonia Becce, y un programa que incluye teatro, músicos, cine y literatura a cargo de Marcelo Panozzo.
La apuesta a los protagonistas de la escena futura correrá por cuenta del Fondo Nacional de las Artes, que llevará a ARCO la producción de los diez ganadores de un certamen en el que se presentaron más de 550 proyectos de artistas plásticos, realizadores audiovisuales y músicos contemporáneos.
Los seleccionados, ocho procedentes de Buenos Aires más una tucumana y un chaqueño, realizarán una residencia creativa en tres prestigiosas sedes -Ranchito-Matadero, Casa de Velázquez y MediaLab/Prado- y presentarán creaciones interdisciplinarias que reflejan la migración por distintos canales de expresión como la moda, el cine, la tecnología o la literatura.
Uno de los elegidos dentro de la categoría Audiovisual es Leonardo Solaas, un filósofo que en sus obras vincula la programación, los medios digitales y el arte. El punto de partida de su obra son combinados algorítmicos, aunque intenta sustraerse de los clichés del "arte hecho por computadoras" y se concentra en el rastreo de conexiones posibles entre la imagen digital y la historia del arte.
"El proyecto que voy a presentar en ARCO se llama 'Ejercicios de demora' y consiste en dos formas diferentes de manipular el tiempo en una captura de video, de manera tal que las acciones del público van dejando rastros en una imagen proyectada, que se va construyendo como una especie de 'pintura colaborativa'", adelanta en diálogo con Télam el artista, ganador de premios como el de IBM Media Art Award en Stuttgart, Alemania, y el Premio Mamba-Fundación Telefónica de Arte y Nuevas Tecnologías, en Buenos Aires.
"Me interesa esta forma de interactividad de baja demanda, que no requiere entender nada y admite todos los grados de participación: quien se detiene a mirar un segundo ya modifica la obra, pero quien lo desea también puede detenerse a jugar y descubrir las posibilidades expresivas del sistema", detalla Solaas.
El artista hará su residencia en Medialab, un laboratorio de producción e investigación que depende del Ayuntamiento de Madrid, junto a Juan Pablo Sorrentino, un artista sonoro chaqueño que estudió Licenciatura en Composición Musical en la Universidad de Córdoba y se perfeccionó en el IMD (International Musikinstitu Darmstadt) de Alemania con el artista sonoro Peter Ablinger.
"Me interesa profundizar en las relaciones físicas del sonido con la naturaleza, el sistema nervioso, la percepción, la psicoacústica y la vinculación con las resonancias Schumman, las ondas solares y el impacto de las frecuencias en el comportamiento humano", señala Sorrentino.
"Esta residencia en Medialab Prado me va a permitir continuar con mi investigación y volcar estas experiencias en una muestra de arte sonoro en 2017 en el monte chaqueño, una suerte de museo de arte sonoro al aire libre", adelanta el artista, que suele montar instalaciones a partir de dispositivos que amplifican los sonidos de la naturaleza.
En el segmento Artes Visuales y Fotografía una de las ganadoras de la residencia fue la artista Paula Otegui, que durante un mes trabajará en la Casa de Velázquez, un espacio de orientación interdisciplinaria y académica que alojará también a otros tres creadores argentinos.
"Mi trabajo está orientado a trasladar la pintura al formato instalación, es decir, me interesa sacar lo pictórico de lo hiératico y también investigar formatos no tradicionales. En este caso, como la Casa Velázquez tiene una biblioteca muy interesante, voy a aprovechar para investigar el barroco latinoamericano y analizar cómo lo inserto en mi propuesta", explica a Télam.
El mismo espacio alojará también la producción de Gaspar Acebo, que trabaja en torno a la idea del site-specific con foco en lo sonoro: "El hecho de que la convocatoria ofrezca sala de grabación me permite avanzar en ese campo para trabajar sobre las alteraciones sufridas en los procesos de representación, repetición y copia. También voy a desarrollar un conjunto escultórico de piezas que irán reduciéndose a medida que se reproduzcan, una suerte de jibarización de la escultura, o matrioska que no encaja", precisa.
En Ranchito-Matadero, la tercera sede prevista para las residencias, cuatro artistas argentinos convivirán con otros tantos españoles para trabajar conjuntamente en una producción interdisciplinaria que será presentada formalmente al cabo de siete semanas.
"Mi propósito es generar una obra que proponga una relación espacial-temporal, cinética, sonora e interactiva con las personas que recorren la sala y se nutra de las condiciones arquitectónicas y eventuales", señala Rodolfo Santiago Marqués, el artista oriundo de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua.
"La idea es construir una máquina que transporta aire por mangueras transparentes a diferentes zonas del espacio, usando la estructura de las columnas, tirantes del techo y otras particularidades del lugar para instalar estructuras denominadas
arquetipos neumáticos. Mediante una rueda a palanca secuenciada se accionarán sifones de soda conectados a una fuente de aire comprimido, esto activará los eventos sonoros y mecánicos que producen los diferentes objetos creados en los días que dura el evento", detalla.
Por su parte, el creador Santiago Gasquet también adelanta su proyecto: "Voy a proponer una instalación duracional, que ocupe el espacio dispuesto y se construya durante las siete semanas que dura la residencia, que muestre el proceso en todas sus instancias como el hecho artístico. Planteo construir una estructura que tome su forma particular con el correr de los días, como una posibilidad de entablar diálogos a través del cruce de diferentes disciplinas en las que trabajo (dibujo, video, escultura e instalación), con la ciudad, el espacio arquitectónico, su memoria, su espíritu y sus objetos".
"La intención es reflexionar desde la producción utilizando todos los elementos mencionados, probando diálogos entre objetos encontrados en la calle, dibujos, videos, esculturas y notas a elaborar in situ, mezclando, uniendo, aislando, facilitando un canal que resulte en un nuevo ecosistema", sintetiza Gasquet.
Fuente
http://www.telam.com.ar
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