Willard Wigan esculpe figuras lo suficientemente pequeñas como para caber en la cabeza de un alfiler. Para crear estas obras maestras microscópicas, trabaja diligentemente durante las horas más largas de la noche, entre sus propios latidos del corazón.
Por qué deberías escuchar
Willard Wigan ha inmortalizado a la familia Obama en el ojo de una aguja y a Muhammad Ali en la cabeza de un partido. En la producción de esculturas tan increíblemente pequeñas, trabaja bajo un microscopio y emplea herramientas ingeniosas, como el pelo de una mosca o las pestañas de una ex novia para pinceles.
Esta pasión por el diminutivo proviene de sentimientos de insignificancia en la infancia de Wigan. Era severamente disléxico pero no diagnosticado, y las duras palabras de sus maestros lo llevaron a esconderse en un cobertizo cercano, donde hizo zapatos y sombreros para sus amigos, las hormigas. Hoy, su arte le ha valido honores nacionales y aclamación de la crítica, lo que demuestra que algunos tesoros no se pueden ver a simple vista.
Esta pasión por el diminutivo proviene de sentimientos de insignificancia en la infancia de Wigan. Era severamente disléxico pero no diagnosticado, y las duras palabras de sus maestros lo llevaron a esconderse en un cobertizo cercano, donde hizo zapatos y sombreros para sus amigos, las hormigas. Hoy, su arte le ha valido honores nacionales y aclamación de la crítica, lo que demuestra que algunos tesoros no se pueden ver a simple vista.
Lo que otros dicen
"Fue un mundo de fantasía al que escapé, donde mi dislexia no me detuvo y mis profesores no pudieron criticarme. Así fue como comenzó mi carrera como microescritor ". - Willard Wigan
Willard Wigan cuenta la historia de cómo una infancia difícil y solitaria lo llevó a descubrir su habilidad única: crear un arte tan pequeño que no se puede ver a simple vista. Su presentación de diapositivas de figuras, como se ve a través de un microscopio, solo puede describirse como alucinante.
Fuente
https://www.ted.com
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