Desde mi taller: Saúl Gil Corona
Nací en 1980 en Mollet del Vallés, Barcelona, en una familia proveniente del campo de Andalucía y Murcia. Viví con ellos en una masía en Granollers hasta que finalmente me he instalado en la capital catalana. Creo que tanto el campo como la ciudad han influenciado en mi manera de pintar.
En la adolescencia empecé a escribir las cosas que me sucedían en forma de poemas y paralelamente empecé a descubrir la música que me gustaba. Esto hizo que desde los veinte hasta los treinta años estuviera en dos bandas de rock: Granreservaperro7 y Oye Cabrones, intentando emular a los ídolos de entonces. Cuando las bandas se disolvieron seguí escribiendo pero en vez de canciones, poemas. Y de ahí, como una prolongación de esta vocación, alquilé un taller en un centro de arte y me puse a pintar.
¿Cuándo y por qué empezaste a pintar?
Lo primero que hice fue escribir. Primero canciones para las bandas de rock en las que estaba, luego poemas. Con el tiempo quise empezar a expresarme de otra manera, como prolongar esos poemas en terrenos más amplios, como un lienzo o como una tabla de madera, así empecé a pintar.
Antes ya había hecho alguna incursión en el mundo de la pintura, pero a modo de curioseo y sin llegar a gustarme mucho. La causa era que pintaba en alguna habitación de casa, donde has de contenerte más por eso de no manchar paredes, suelo, etc.
Fue cuando decidí alquilar un taller en un centro de arte de Granollers cuando liberado de ese hecho pude pintar libremente sin esas preocupaciones.
¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?
No sé si deben ayudarse, es decir, no sé si realmente tienen la obligación de ayudarse una a otra, pero si lo hacen pues supongo que siendo honestos el uno con el otro como primera cosa.
Luego estaría bien que se apostara por gente que empieza y que pueden tener una buena carrera. Muchas veces hay galerías que solo muestran artistas ya consagrados y eso para el que quiere sacar la cabeza es una valla que ha de saltar. Pero bueno, supongo que a día de hoy tiene más futuro la galería virtual que la física, pues estas suelen estar vacías a no ser que haya algún evento importante. Esto tiene sus partes buenas, pues está al alcance del todos el publicar su obra y que lo vea todo el mundo.
¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?
No creo que esté en posición de dar consejos o aconsejar a nadie, lo que sí podría es animar: animar a la gente que tiene fe en eso que hace, ya sea pintar, escribir, cantar o lo que sea. Animarlos a construir su sueño y a que no tengan miedo. Y si sale mal una vez pues que se intente otra, y si se vuelve a torcer la cosa que se vuelva a intentar, y así hasta el infinito.
Los animo como un compañero de viaje, como una caminante que te encuentras en el camino, como alguien que hace la senda a tu lado. Supongo que esa es la diferencia entre animar y aconsejar: el que anima es que aún va caminando, descubriendo la vereda, el que aconseja supone que ha llegado a algún lugar.
¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?
Fue en la primera exposición que hice en Granollers. Fue en una tienda especializada en cervezas. Allí vendí mi primera y mi segunda obra, el mismo día, a un hombre.
Me suelo sentir conectado con cada obra en el momento en que la estoy haciendo, porque esa obra está siendo el resultado de algo que quiero decir, de algo que estoy soltando, como un parto. Cuando la acabo respiro y me siento aliviado.
Pero evidentemente tengo obras a las que les tengo cierto cariño. Se me ocurre Intriga, El Abrazo IV o Que Adentro no se nos quede Nada, pero acostumbro a pensar, esperanzado, que lo mejor está por venir.
¿Qué es el arte para ti? ¿Qué papel juega en tu vida? ¿Vives del arte?
Realmente no sé qué es el arte. Creo que hace tiempo tenía una idea más clara sobre esto, o supongo que eso pensaba yo. Cada vez creo menos en etiquetas y en definiciones, por lo que no me pregunto ya si una cosa es o no es arte, o si cierta pintura es expresionista, o realista, o abstracta o lo que sea; realmente me da mucha pereza intentar identificar las cosas con un nombre que las etiqueta. Lo que me importa es Hacer, crear, construir el Sueño…
Además la palabra “arte” me ha llegado a parecer como ampulosa y soberbia, tal vez demasiado gratuita en algunas ocasiones: creo que se le da este nombre a demasiadas cosas en demasiadas ocasiones. Como una palabra ya demasiado prostituida. No creo que por el hecho de pintar un cuadro se esté haciendo arte, ni por el hecho de cantar flamenco, por ejemplo, tampoco. Últimamente también veo muchas apariencias alrededor del arte, como si lo primero que se aprendiera de esto fuera la pose, la vestimenta y el discurso . Y este discurso suele ser como frío.
Aunque muchas veces la he usado como para coger un atajo a la hora de explicar a alguien lo que hago nunca me he sentido a gusto y prefiero sustituirla por la palabra pintura, o poemas, o alguna por el estilo. Prefiero referirme a lo que hago (pintar, escribir, etc.) no a lo que es o se supone que es. Por eso pido perdón cuando me he definido como artista o dicho que lo que hago es arte, yo quiero desterrarme de eso. Yo pinto, yo escribo, yo Hago. No es cosa mía definir si esto es arte o no, eso ya es otra liga y cosa de otros.
Para mi, cuando dicen “artista” pienso en Picasso, en Camarón de la Isla, en Paco de Lucía, en Enric Montefusco, Led Zeppelin, Jim Morrison, Goya, Dalí, Velázquez, Odd Nerdrum, Miguel Ángel, etc. Cuando dicen arte pienso en Saturno devorando a sus hijos, las esculturas de Miguel Ángel, La Nana del Caballo Grande, La familia inventada de Standstill, etc. Son cosas sublimes. ¿Cómo podría compararme yo a esto?
Yo prefiero referirme a esto como la “construcción del sueño” y esto es lo que hago mediante la pintura, mediante los poemas y con algunas otras cosas que a veces me vienen a la cabeza. Esto lo hago con una voz interior que me dice “¡Haz!”y es lo que me hace levantarme cuando, a veces, demasiados pensamientos negativos cefalean mi cabeza.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?
Me gustan los artistas que he señalado antes y bastantes más que me dejo, claro. Pero la persona o personas que más me han influenciado son mis padres, muchísimo más que cualquier otro artista. La manera en la que han afrontado la vida es la manera en que yo afronto la pintura, o eso intento. Esa voz interior que me dice “¡haz!” que me levanta y me anima a construir el sueño es la misma voz que supongo que han oído mis padres al levantar su vida día a día. Ellos tienen las manos duras de hacer, pero más aun el alma y en estas confían para construir sus días, uno tras otro. Esa es mi inspiración.
¿Qué tiene tu proceso creativo que lo haga especial?
Supongo que como cada persona es única, cada método de trabajo es especial tanto en cuanto es único. Yo soy autodidacta, y por eso baso mi aprendizaje en hacer y hacer y hacer e ir aprendiendo mientras te equivocas y rectificas. Soy también muy disciplinado y trabajador. Supongo que estos son mis puntos más fuertes.
¿Has realizado alguna exposición últimamente, qué puedes contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Tengo en mente un proyecto donde quiero exponer mi obra más grande en cuanto a dimensiones, pero está aun en un estado muy primigenio, pero en cuanto tenga más cuerpo estaré encantado de contároslo.
Podrías recomendarnos:
Un artista: Picasso.
Una obra: Saturno devorando a sus hijos de Goya.
Un libro: El don de Vorace de Feliz Francisco Casanova o Vientos del Pueblo de Miguel Hernández, se me ocurren ahora.
Una película: El desencanto de Jaime Chávarri.
Te invitamos a visitar la galería de Saúl Gil Corona en Artelista.
Fuente
https://www.artelista.com
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