En 1999 el director holandés Jan Bosdriesz realizó el documental Metamorphose: M.C. Escher, 1898-1972. Bosdriesz tomó este título de una de las impresiones más conocidas de Escher en el que la palabra “metamorfosis” se transforma en patrones de formas y animales abstractos. Es una de esas impresiones que a uno se le viene a la cabeza cuando piensa en M.C. Escher.
El documental revela otros lados sobre el artista, como sus días en la escuela de arte, su estancia en Italia, en la que produce un tipo de trabajo muy diferente.
Escher comenzó como estudiante de arquitectura, matriculado por sus padres en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem, quienes “lucharon” para ayudar a encontrar el camino de su hijo.
Una vez en Haarlem, el solitario y algo taciturno Escher se sintió atraído por el arte gráfico. Uno de sus profesores, el artista holandés Samuel Jessurun de Mesquita, ejerció una fuerte influencia en el trabajo y la vida de Escher. Al ver algunos de los linóleos creados por su alumno, Jessurun se sintió entusiasmado por lo que veía. En las imágenes de archivo de una entrevista con Escher, el artista dice que Jessurun de Mesquita le preguntó: “¿No sería mejor ser un artista gráfico en lugar de un arquitecto?” Escher admite en la entrevista: “Yo no estaba tan interesado en la arquitectura”. Respuesta que sorprendente un poco dada la imaginación arquitectónica salvaje de artista, pero tal vez lo que quería decir era que no estaba interesado en el convencional, sino más bien en la arquitectura de lo fantástico, los espacios imposibles que imaginó y creó en gran parte de su obra.
Uno de sus grabados en madera de este período se titula “Never Think before You Begin”, que muestra una figura solitaria en un camino oscuro y traicionero, con sólo una pequeña luz para él, una representación de la decisión de Escher de perseguir el arte gráfico. El narrador nos informa que “tomó más de treinta años para que él (Escher) ganara lo suficiente por su trabajo para vivir.” Por suerte, al igual que con muchos artistas que luchan durante muchos años, Escher tenía padres ricos. Podemos darles las gracias por su patrocinio.
Metamorphose es un documental impresionante, bellamente filmado y editado. La película cubre toda la vida artística de Escher, que termina con imágenes de la artista en el trabajo. Estos últimos “imágenes” de Escher, el narrador dice: “no son sombrías. Vemos un artista en su estudio, haciendo las cosas que le gustan, “un hombre” orgulloso de su éxito. “Al final de su vida, él todavía honor a su maestro, de Mesquita, y la costa del sur de Italia que lo albergó durante su años formativos.
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