Benjamín Palencia (Barrax, Albacete, 7 de julio de 1894 - Madrid, 16 de enero de 1980) fue un pintor español, fundador de la Escuela de Vallecas junto al escultor Alberto Sánchez. Uno de los más importantes herederos de la poética del paisaje castellano definida por la generación del 98.
Nacido en el seno de una humilde familia, penúltimo de ocho hermanos. Sus padres tenían una tienda de calzado (alpargatería).
En 1909, con 15 años, va a Madrid para aprender el oficio de pintor, acompañando a Rafael Gómez Egóñez, rico y culto ingeniero de caminos que durante muchos años sería su tutor y protector. Asiste a clases de Elías Tormo y copia a Velázquez y El Greco en el Prado.
En 1920 participa en el Primer Salón de Otoño madrileño donde un ilustre visitante, Juan Ramón Jiménez, se interesa por él; este encuentro dará ocasión a posteriores colaboraciones entre ambos.
Frecuenta la Residencia de Estudiantes donde conoce a Francisco Bores y a Salvador Dalí con los que acude a la Academia Libre fundada por Julio Moisés.
En 1925 hace amistad con el escultor toledano Alberto, participante, como él, en la Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos en el Palacio del Retiro de Madrid. Juntos pondrían en marcha, en los años subsiguientes, la primera Escuela de Vallecas.1
En 1926, tras una temporada en Alicante, viaja por primera vez a París, donde comparte estudio con Pancho Cossio y hace amistad con otros artistas del círculo de Bores, como José Mari Uzelai y Manuel Ángeles Ortiz. Palencia frecuentará la capital francesa hasta 1928, llegando a conocer a Picasso y Miró. A su regreso a Madrid, expone la obra de ese periodo en el Palacio de Bibliotecas y Museos de la capital española, con el apoyo y respaldo de Rafael Alberti y José Bergamín. A pesar de las protestas de parte de los visitantes en esa primera muestra, Palencia vuelve a exponer en el mismo lugar dos años después, en el otoño de 1930. Ese mismo año viaja a Italia. Asimismo, hacia estas fechas comienza a colaborar en La Barraca de García Lorca (llegando a ser su director artístico y a hospedarse en la casa familiar del poeta granadino).
En 1932 hace su tercera muestra individual en el mencionado Palacio de Bibliotecas y Museos. Un año después, su exposición en la galería parisina de Pierre Loeb despierta la admiración de Braque y Picasso y le da la ocasión de conocer al 'estado mayor' delsurrealismo francés: André Breton, Louis Aragon, y Benjamin Péret.
Su amistad vallecana con Luis Castellanos, el escultor Alberto y Maruja Mallo le acercan al Grupo de Arte Constructivo reunido por el uruguayo Joaquín Torres García, y a participar con ellos en el Salón de Otoño de Madrid de 1933.
En 1934 sus reflexiones sobre pintura italiana son publicadas en la revista de Bergamín Cruz y Raya (con la supervisión de López Egóñez).2
Su amistad vallecana con Luis Castellanos, el escultor Alberto y Maruja Mallo le acercan al Grupo de Arte Constructivo reunido por el uruguayo Joaquín Torres García, y a participar con ellos en el Salón de Otoño de Madrid de 1933.
En 1934 sus reflexiones sobre pintura italiana son publicadas en la revista de Bergamín Cruz y Raya (con la supervisión de López Egóñez).2
Durante la Guerra Civil, López Egóñez tiene que huir a París. Palencia se refugia en su estudio madrileño y en la pintura de paisajes, abandonando progresivamente la experimentación.
Trás la contienda, reunió brevemente a un puñado de estudiantes de la San Fernando: Álvaro Delgado Ramos, Carlos Pascual de Lara, Gregorio del Olmo, Enrique Núñez Castelo y Francisco San José en lo que sería conocido como Segunda Escuela de Vallecas, embrión de la Escuela de Madrid.
Su necesidad de silencio y soledad le llevó, a partir de 1941 a pasar los veranos en el pueblo de Serafín, su criado, Villafranca de la Sierra (Ávila). Allí, en una vaguada frente a 'Las Eras',3 4 acabó construyéndose, en 1953, un chalet diseñado por su amigo Luis Felipe Vivanco. Al año siguiente fallece su querido tío Rafael, que, en un último gesto de mecenazgo, declara al pintor heredero de sus bienes. Muerto su "guia vital",5 Serafín asumió ese rol, hasta su muerte en 1969, en que será su hermana, Salomé Palencia, quien cuide del pintor.
Desde 1942, los veranos en Villafranca se complementaron con los otoños e inviernos en su piso de Altea, localidad levantina que Benjamín conocía desde 19276 Posteriormente, ya en 1977, abandonó el piso de Altea, trasladando el estudio invernal a su nueva casa de Polop de la Marina.
En 1974 ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y cuatro años después en la catalana de San Jordi. El 10 de noviembre de 1978, en la inauguración del Museo de Albacete (con una importante donación de obras del artista, en total 130), la Reina Sofía le comunica la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Finalmente, en 1979, lega gran parte de su obra al Museo Español de Arte Contemporáneo (Madrid), ciudad en la que fallecería a los 85 años, el 16 de enero de 1980, 7 . Su capacidad creativa fue tal que en su memoria testamentaria se contabilizaron 600 óleos y 10.000 dibujos.
Deslumbrado inicialmente por un surrealismo de formas zoomórficas y vegetales (que le acercan a Alberto), guardará en su retina ciertos aspectos del cubismo que resultarán claves en la esquematización de sus paisajes, sin duda lo más representativo de su abundante obra. Si en 1932 se había unido al grupo de arte Constructivo, tras la Guerra Civil practica un realismo austero, que recupera gran parte de la poética del paisaje castellano, y desemboca en el llamado fauvismo ibérico que le convertiría en uno de los pupilos de Eugenio d'Ors y su Academia Breve. Fue un pintor de influencias clásicas pero también del impresionismo español de principios del siglo XX; participó plenamente en las vanguardias españolas que tuvieron como fecha significativa la Exposición de artistas ibéricos de 1925; fundó la Escuela de Vallecas con el toledano Alberto Sánchez .
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