'Salomé', de Federico Beltrán Masses. (Tefaf)
La galería londinense Stair Sainty vende por 330.000 euros una de las pinturas más provocativas de
Federico Beltrán Masses, el pintor de cabecera de Valentino
La galería londinense Stair Sainty vende por 330.000 euros una de las pinturas más provocativas de
Federico Beltrán Masses, el pintor de cabecera de Valentino
"Es el desnudo más atrevido jamás pintado", dijo la prensa inglesa en 1929. El pintor "se ha atrevido a romper todas las convenciones pintando a una mujer desnuda en una postura que ni el menor de los artistas podría haber intentado". Las críticas fueron en vano. El sensual desnudo titulado 'Salomé' y firmado por el pintor hispano-cubano Federico Beltrán Masses se expuso en las New Burlington Galleries de Londres y, desde luego, no pasó desapercibido.
En tan solo tres semanas se vendieron 17.000 entradas y 12.000 catálogos, 192 artículos recogieron la exposición y el pintor recibió numerosos encargos. No fue la única obra que se censuró el primer día y se mostró el día después de la inauguración. Tampoco pasó la criba inicial 'La noche de Eva'. Las críticas fueron para Beltrán Masses el ejemplo perfecto de eso que decía Don Quijote: "Que hablen de mí, aunque sea mal". El caso es que nueve años antes, el pintor de familia catalana ya expuso su 'Salomé' en la XII Bienal de Venecia, donde había una sala dedicada en exclusiva a su obra, y fue ampliamente alabado. Fue el punto de inflexión de su carrera y su fama.
Llama la atención que el nombre de Beltrán Masses haya pasado sin pena ni gloria a la posteridad. Fue uno de los pintores más famosos de los años veinte. Amigo personal de Rodolfo Valentino (les presentó Vicente Blasco Ibáñez y una de sus obras -'La gitana'- presidió su lecho de muerte), Charles Chaplin o Joan Crawford; discípulo de Sorolla y amigo del reyAlfonso XIII. En los últimos tiempos, varias exposiciones han recorrido España para sacar a Federico Beltrán Masses del ostracismo. La última, a principios de año, tuvo lugar en Londres, en la galería Stair Sainty. Ahora esta misma galería vende su polémica 'Salomé' en la feria de arte más exclusiva del mundo, TEFAF Maastricht, por 330.000 euros.
Fue algo así como "un Warhol de la era del jazz", explica a El Confidencial el galerista Guy Stair Sainty delante de este sensual cuadro. "En 1929 no querían exponer 'Salomé' en Londres, entonces el embajador español -sobrino de Alfonso XIII- intercedió, alegando que su tío era muy católico y le había dado su visto bueno, por lo que no podía ser inmoral", cuenta divertido. La obra, fechada en 1919, no se había vuelto a ver, asegura. Actualmente hay entre 50 y 60 obras catalogadas, añade, del pintor. Esta ha llegado a sus manos procedente de un coleccionista privado de Los Ángeles y es la más cara de todas. Además, fue la favorita del artista y toda su vida se resistió a venderla.
La 'Salomé' de Beltrán Masses está inspirada en la obra de Oscar Wilde y Franz von Stuck. Las mayores críticas procedieron de esa actitud explícita deéxtasis que se desliga de la posición de la mujer ante la cabeza cortada de San Juan Bautista. En 1938, el pintor aseguró que estuvo "luchando dos arduos meses con el color y las proporciones de este escorzo". En una carta que escribió a García Sanchiz, explicaba a su vez que había copiado la cabeza del santo de "una momia". "Dan ganas de morir lentamente en silencio y sin sentir nada", agregaba. Los críticos respondieron: "decadente" e "inmoral".
El 'azul Beltrán' y el erotismo
La fuerza dramática y la sensualidad del desnudo femenino fueron los ejes de la obra de Beltrán Masses, junto con el conocido como 'azul Beltrán': un azul verdoso nocturno que preside sus composiciones más célebres. Su 'Salomé', que integra todos estos elementos en un erótico desnudo, sobrevivió a la polvareda londinense gracias a la intermediación de Alfonso XIII y de la Royal Academy. "Llego a Londres con los nervios de un niño que está todavía en la escuela de arte. Quedo a la espera del veredicto [de la ciudad] con más miedo de lo que lo haría en cualquier otra capital del mundo del arte", aseguró antes de la censura el pintor. Pero no fue la única vez que el artista padeció el látigo de la corrección política de la época.
En España también sufrió el escarnio. Su obra 'La maja marquesa' también se tildó de inmoral y fue rechazada en laExposición Nacional de Bellas Artes por ser "repugnante y ofensiva para la moral". Esto ocurrió en 1915 y fue una de las causas de su marcha a París. En este lienzo, retrataba a tres majas tocadas con peineta y mantilla, dos vestidas y otra desnuda, una conocida lesbiana con grandeza de España: la marquesa de Laguna y condesa de Requena. Fue el motivo extra para el revuelo moralizante. Sin embargo, no se atrevieron a censurar otro de sus desnudos, 'La Mirabella', pero con sus majas juzgaron evidente que "podía creerse que el autor aludía a cierta individua, marquesa y lesbiana, que llevaba una vida de escándalo". De hecho, hasta le pidieron que le cambiara el nombre del cuadro por el de 'La maja' a secas.
La obra no se expuso, pero sí se pudo ver en algunas salas de la ciudad. "Me atraen irresistiblemente los cuadros entonados; si además son armoniosos, se eleva para mí el mérito de la obra; y si a estas casualidades se suma la dulce coloración, entonces la atracción se torna en respetuoso acatamiento al mérito. Así veo yo el cuadro de Beltrán; no hallo otra cosa en 'La maja marquesa", escribió el pintor Marceliano Santa María en una crítica. Al año siguiente, el artista organizó otra exposición de despedida en el Hotel Palace de la capital. Fue un éxito de crítica. Alfonso XIII fue a respaldarle y hasta compró una de sus obras, 'Noche galante', por 14.000 pesetas. Fue el espaldarazo definitivo para Beltrán Masses.
Junto a estas mujeres fatales y las llamadas 'Horas de España', sus marquesas castizas, que le granjearon la fama mundial, su obra también tuvo otra pata importante: los retratos de las 'celebrities'. Desde Pola Negri a Valentino, Douglas Fairbanks Jr., Gloria Swanson, Jorge VI o la maharaní de Kapurtala. También recibió encargos de millonarios comoRandolph Hearst, Forbes o los Peugeot. Su segunda exposición en EEUU, organizada en 1925 por Valentino (con quien acabaría viviendo), le encumbró como una estrella más de Hollywood. En ella vendió obras por 150.000 dólares, entre otros a Chaplin y Hearst. Un año después, la célebre bailarinaMartha Graham tituló su primera 'perfomance' pública hecha en Nueva York como 'Retrato-Beltrán-Masses' (una pieza que hoy sigue en el repertorio de su compañía bajo el título de 'La danza gitana').
Tras vivir en París 40 años, en 1946 vuelve a Barcelona, donde morirá tres años más tarde. Guy Stair Sainty asegura que el olvido de Federico Beltrán Masses se debe a que "fue víctima de la polémica", pero también a las circunstancias políticas. Volvió a España tras la ocupación alemana de París y aquí la opresora y encorsetada España de Franco hizo el resto.
Fuente
http://www.elconfidencial.com
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