Este trabajo recopilatorio está dedicado al pintora surrealista catalana Ángeles Santos Torroella (Portbou, 7 de noviembre de 1911 – Madrid, 3 de octubre de 2013) fue una pintora y artista gráfica española. Sus primeras obras están a caballo entre el surrealismo y el expresionismo, luego se decantó hacia el postimpresionismo con temas de paisaje e interiores.
Ángeles Santos Torroella
Fue una pintora precoz y sus primeros cuadros llamaron tanto la atención de los intelectuales y artistas españoles a finales de los años veinte que las exposiciones se sucedieron. La visitaban García Lorca y Jorge Guillén, mientras Gómez de la Serna se prodigaba escribiéndole. Pero ese fulgor duró sólo dos años, de 1928 a 1930.
No es ningún secreto que el arte español ha estado dominado por hombres, si bien, ya antes de la Guerra Civil, asistiremos al trabajo de algunas interesantes artistas como Ángeles Santos, Remedios Varo o Maruja Mallo, excepciones en un marco social y artístico androcéntrico.
Ángeles Santos Torroella (Portbou, Gerona, España, 7 de noviembre 1911), pintora catalana. Hermana del poeta y crítico de arte Rafael Santos Torroella, se casó en 1935 con el pintor Emilio Grau Sala, y es hijo de ambos Julián Grau Santos, también pintor. Actualmente vive en Pozuelo de Alarcón, Madrid.
De joven va a vivir a Valladolid, donde empieza pintar. Considerada una revelación, dieron razón de su pintura, medio expresionista, medio surrealista, Jorge Guillén, Ramón Gómez de la Serna, M. Abril, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Guillermo Díaz-Plaja, Joan Teixidor, J. Nubiola y otros al descubrirla en el salón de Otoño de Madrid de 1929.
En 1931 hace una exposición individual en París, y en 1932 participa en la colectiva de Artistas Ibéricos en Copenhague y París. En 1933 fue invitada a la exposición del Carnegie Institute de Pittsburgh (EE.UU.) y en 1936 figura en el pabellón español de la Bienal de Venecia.
Expone en Barcelona por primera vez en 1935 en la Galería Syra. Desde ese año su obra, se decanta hacia el postimpresionismo, y trata preferentemente del paisaje y los interiores.
Ángeles Santos en Portbou (1936)
CRONOLOGÍA DE ÁNGELES SANTOS
(1911 - 1935)
Ángeles Santos Torroella nace el 7 de noviembre de 1911 en en Port Bou, Gerona. Es hija de Julián Santos Estévez, funcionario de Hacienda y Aurelia Torroella. Ángeles es la mayor de ocho hermanos.
- Entre 1912 y 1921, su padre es destinado a Ripoll, La Jonquera, El Portús, Fregeneda y Valladolid. Ángeles asiste al colegio de las Dominicanas francesas.
- En 1924, su familia es trasladada a Ayamonte, Huelva. Ángeles es alumna interna en el colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón en Sevilla. Ella es una alumna interna. En este colegio aprende dibujo y pintura.
- En 1927 la familia reside en Valladolid. Ángeles tiene como profesor particular de dibujo y pintora al pintor italiano Cellino Perroti.
- En octubre de 1928 participa en la exposición colectiva de artistas vallisoletanos organizada por el Ayuntamiento de Valladolid. Francisco de Cossío se impresiona con su obra y le recomienda a sus padres que Ángeles se dedique exclusivamente a pintar.
- En 1928 comienza a frecuentar las tertulias de escritores y artistas. En estas tertulias conoce a Cristóbal Hall, Emilio Gómez Orbaneja, Aurelio Garc’a Lesmes, Francisco Pino y JosŽ M. Leulmo, entre otros.
- En 1929 participa en el IX Salón de Otoño con su cuadro Un mundo. Ángeles causa una excelente impresión. Ramón Gómez de la Serna viaja expresamente a Valladolid para conocer a Ángeles, joven pintora.
- A finales de 1929, Ángeles Santos cambia radicalmente su estilo pintórico.
- En 1930 se traslada con su familia a San Sebastián. Aquí frecuenta la tertulia del Casino, y conoce a pintores distinguidos, entre ellos Carlos Ribera y Jesœs Olasagasti y también conoce al arquitecto Aizpura.
- Entre 1931 y 1932, Ángeles abandona la pintura. Sin embargo, sigue participando en exposiciones colectivas con sus obras de los a–os anteriores.
- En 1933, su familia se instala en Barcelona. En esta ciudad çngeles Santos hace amistad con Joan Teixidor e Ignasi Agust’.
- En 1935 celebra una exposici—n individual en las galer’as Syra de Barcelona. Durante su exposición conoce al pintor Emili Grau Sala, quien será su esposo.
(1936 - 1959)
- El 15 de enero de 1936 Ángeles Santos se casa con Emili Grau Sala. La pareja frecuenta a Gustau Gili, amigo del pintor, y a Guillermo de Torre y su esposa, Norah Borges, quien le hace dos retratos.
Estalla la guerra civil, Ángeles y su esposo se refugian en Mazanet-sur-Tarn. Al poco tiempo, Ángeles regresa sola a España y se reune con su familia. Emili Grau Sala se instala en París.
- En 1937 tiene su primer hijo, Julián Grau Santos, quien nace en Canfranc, Huesca.
- En 1938, Ángeles Santos enseña dibujo en un colegio de monjas de Sanguesa, Huesca.
- En 1943 Ángeles se instala en Madrid y vive en esta ciudad hasta 1947 cuando fija su residencia en Cataluña, viviendo en Figueras y Port Bou.
(1960 - 1975)
- En 1960 se establece en Barcelona. Retoma su pintura.
- En 1962, 26 años después de vivir en lugares distintos a los de su marido, se traslada a París y se reúne con Emili Grau Sala. Durante los próximos años Ángeles vivirá entre París y Barcelona.
- En 1969 expone en la Sala Rovira de Barcelona, lo que supone su reaparición como pintora.
- En 1975 muere Emili Grau Sala y Ángeles Santos deja la residencia de París.
(1976 - 2011)
Durante estos últimos años, continúa haciendo exposiciones individuales. Ha sido seleccionada en numerosas exposiciones individuales e importantes exposiciones históricas, donde su obra de los años veinte y treinta es considerada parte esencial de la pintura de la vanguardia española.
- En 2003 el Museo Patio Herreriano de Valladolid dedicó una exposición la pintora gerundense. Una manera de darle el lugar en la historia que ella misma quiso eludir. También en 2003 la sala de la BBK en Bilbao le dedicó una exposición
- En 2005 recibió el Premio Cruz de San Jorge, otorgado por la Generalidad de Cataluña.
- En 2007 En las paredes del Museo Reina Sofía cuelga 'Un mundo', un enorme cuadro de tres por tres metros, que representa un extraño planeta surrealista. Quizá sea la obra más destacada de Ángeles Santos. El mundo, una composición en la que, dando rienda suelta a su imaginación, se acercó al surrealismo, y durante dos años la artsta catalana se encerró en el mundo de su pintura, creando una obra singular y emparentada con las corrientes de vanguardia.
- Fallece en Madrid el 3 de octubre de 2013.
Espero que la información que he recopilado de esta pintora española, os resulte interesante y contribuya en la divulgación de su obra.
Ángeles Santos, rodeada de algunos de sus cuadros
Más datos de Ángeles Santos
La tertulia de Ángeles Santos desde una perspectiva de género
La tertulia. 1929 (Valladolid) Óleo sobre lienzo. 130 x 193 cm. Museo reina Sofía, Madrid.
Paseo por los salones del Museo de Reina Sofía en Madrid y me encuentro frente a una obra deslumbrante, La tertulia de Ángeles Santos. Es una obra bastante grande, en un lienzo de 130 por 193 centímetros que impone imágenes de mujeres intelectuales de principios del siglo XX participando en lo que sus contemporáneos tenían el derecho de hacer en los cafés y ellas el deber de hacer en sus casas: una tertulia.
Esta obra es de 1929 y capta la esencia de los acontecimientos de la época donde las mujeres españolas eran dominadas por el patriarcado asfixiante de principios del siglo XX; es decir, en esta época las mujeres no eran libres sino que estaban controladas por normas patriarcales y católicas. Por lo tanto, las mujeres no eran libres de andar por los cafés por las noches discutiendo con personas intelectuales como ellas. No, las mujeres, intelectuales o no, debían permanecer, según las normas patriarcales, en el ámbito privado.
En La tertulia de Santos vemos a mujeres leyendo, fumando, pensando, discutiendo, son mujeres intelectuales que hacen sus tertulias en un ámbito doméstico, el único que como he dicho anteriormente era socialmente aceptado para las mujeres. Ángeles Santos inmortaliza este momento de la tertulia femenina con una viveza impresionante probablemente porque ella vivió esta tertulia, como mujer artista e intelectual en los años veinte y treinta, Santos estaba inmersa en la sociedad patriarcal española.
Con estos pensamientos sigo mi paseo por el Reina Sofía y termino mi visita en la tienda del museo. Me ha impresionado La tertulia y quiero llevarme a casa una postal o un afiche de la misma. Busco por la tienda y no la encuentro, es más, pregunto a los dependientes si tienen La tertulia de Santos y me responden que la única obra con el título de "tertulia" que conocen es la de José Solana Gutierrez. Me muestran una postal de esta obra, se titula La Tertulia del Café Pombo, una obra del año 1920. Esta tertulia es absolutamente distinta a la de Ángeles Santos y me llama muchísimo la atención.
Ángeles Santos, posa junto con su obra 'La tertulia'
La Tertulia del Café Pombo es exclusivamente masculina y se lleva a cabo en el ámbito público, en el café Pombo. Los hombres que participan en la tertulia están vestidos de negro, con saco y corbata, y están todos muy formales, tomando café y licor. Sus caras están tensas, me da la impresión de que están jugando el rol de intelectuales, sus gestos son como los que esperamos ver en un hombre intelectual. Los colores de la obra son oscuros, la obra en si tiene un tono soberbio.
Esta tertulia indudablemente es lo contrario de la tertulia de Ángeles Santos. Santos crea un ambiente de mujeres, donde están relajadas, concentradas en sus discusiones y lecturas. La obra de Santos no es oscura, las mujeres tienen camisas de colores y aunque un tono gris crea el ambiente no es un tono oscuro, es un tono que refleja la intensidad de la tertulia pero no transmite una sensación de arrogancia o de imposición como lo hace la obra de Solana. Es decir, la obra de Solana, con los hombres arrogantes, pretendiendo ser intelectuales, pretendiendo saber la verdad absoluta en sus tertulias es desde mi parecer, un mundo de diferencia con la obra de Santos.
La tertulia del café Pombo de José Gutiérrez Solana. 1920. Museo Reina Sofía. Madrid
Al final regresé a mi casa no con una postal de la obra que me cautivó ese d’a, La tertulia de Ángeles Santos, sino que me llevé la postal de La Tertulia del Café Pombo por Solana junto con el pensamiento de que las mujeres creamos obras muy distintas a las de los hombres. Como Ángeles Santos, podemos captar la esencia del mundo femenino, una realidad que todavía en el siglo XXI tiende a ser ignorada, mientras que ellos se concentran en el mundo masculino y nos imponen este mundo como si fuera el de todos y todas, cuando en realidad es únicamente el de unos pocos hombres privilegiados.
Texto: Maria Lourdes Xirinachs
Un mundo y otras obras
Un mundo (1929) Museo Reina Sofía. Madrid. Obra de de Ángeles Santos. A sus 17 años, Ángeles Santos Torrella presenta su obra gran obra surrealista, 'Un Mundo', en el Salón de Otoño. Es el año 1929. Fernando Huici escribe de esta obra lo siguiente: “Invenci—n tan deslumbrante como dif’cilmente encasillable, Un Mundo se ha visto consagrada por las revisiones de nuestra vanguardia como uno de los emblemas estelares del surrealismo peninsular.” (Huici 1999: 29). Esta gran obra surrealista fue inspirada por los siguientes versos de Juan Ramón, poeta que Ángeles Santos admiraba con pasión:
vagos ángeles malvas
apagan las verdes estrellas
Una cinta tranquila
de suaves violetas
abrazaba amorosa
a la pálida Tierra
Estos versos por lo tanto dan lugar a la imaginación de Ángeles Santos para representar Un Mundo, una obra surreal donde los/as ángeles transitan en un mundo casi cuadricular, sostenido en un universo de escaleras que llegan al sol. De acuerdo con Huici el surrealismo de Ángeles Santos en esta obra es similar al de Maruja Mallo en el sentido que ambas (la obra surrealista de Mallo es “Cloacas y Campanarios”) crean un surrealismo intuitivo e ingenuista (Fuera de Orden 29). Es decir, el surrealismo de Santos como el de Mallo es una invención más autónoma que estrictamente disciplinar. Según Huici, este surrealismo autónomo no institucionalizado también está presente en otras obras de Santos, incluyendo aquellas que exploran su dicción más expresionista de lo grotesco en Cena familiar (Huici 1999: 29). En cuanto a sus otras obras, Huici explica como Ángeles Santos muestra un clasismo con tono de lo monstruoso en El reino vegetal y el reino animal. En su maravillosa obra Niña durmiendo y Niña muerta utiliza un realismo mágico, con visiones que Ramón Gómez de la Serna ensalzará como “iluminaciones de la realidad, equilibrios en que la realidad se extasía y queda horas prendida” (Huici 1999: 30). Ángeles Santos es una importante mujer de la vanguardia española de principios del siglo XX. No hay mucha información sobre esta gran pintora pero sus obras indudablemente son tan importantes como las de sus contemporáneos, Dalí, Mallo y los/as demás. Quisiera que esta breve reflexión sobre su obra quizás más conocida, Un Mundo, sea una invitación para que la lectora o lector se motiven para investigar sobre Ángeles Santos y escribir sobre esta asombrosa mujer que como sus contemporáneas, permanece prácticamente en el anonimato, lo que es una gran pérdida para la humanidad.
FUERA de ORDEN: Mujeres de la Vanguardia Española. Madrid: Fundación Cultural MAPFRE VIDA, 1999.
El largo viaje de Ángeles Santos
Un mundo (1929) Museo Reina Sofía. Madrid. Obra de Ángeles Santos. Lo pintó en Valladolid cuando tenía 17 años
En las paredes del Museo Reina Sofía cuelga Un mundo, un enorme cuadro de tres por tres metros, obra de Ángeles Santos (Port Bou, 1911), que la crítica suele conectar con las corrientes surrealistas.
Se presentó en 1929 en Madrid, en el Salón de Otoño, y cautivó por su vanguardismo. Un año más tarde, el salón dedicó a la jovencísima artista su primera exposición individual, en la que mostró 34 obras realizadas desde 1927. Entre otras, además de Un mundo, La tertulia, también hoy en el Reina Sofía, y que se asocia con los postulados de la Nueva Objetividad alemana, o el Retrato de la marquesa de Alquibla, que se expone hasta el 2 de diciembre en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid como parte de la exposición El retrato moderno en España (1906- 1936). Pero la pintora también llevó al salón sus demonios, a veces elocuentes, como en Alma que huye de un sueño, o estremecedores, como en La familia comiendo o en La niña muerta.
La pintora de 96 años, que expone en Madrid, persigue su época rosa
Esa exposición colocó su nombre en la historia del arte español e intrigó a los intelectuales de la época. Ramón Gómez de la Serna, Federico García Lorca, Jorge Guillén o Juan Ramón Jiménez se cartearon con la artista y peregrinaron a su casa de Valladolid, donde ella los recibía, recuerda ahora, 80 años después, "en la visita", siempre en compañía de los padres. ¿Cuál era su misterio? "Si sólo fuese una imaginación Ángeles Santos, si sólo fuese la que conserva más vivos en la memoria sus sueños y los traslada al lienzo, no tendría la verdadera calidad de pintora. Lo que la distingue es que, en la sustancia con que los redacta, hay 'pinturas', y eso les hace pasar de su estado de fluorescencia divagante y aparencial a un estado fijo de estampación eternal, con un tizne maravilloso de perpetuidad. Son iluminaciones de la realidad, equilibrios en que la realidad se extasía y queda horas prendida", escribió Gómez de la Serna en La Gaceta Literaria del 1 de abril de 1930.
El pintor e ilustrador Julián Grau Santos, único hijo de la artista, pone el dedo en la llaga: ¿qué iba a saber de surrealismo una niña "de colegio de monjas", que por toda formación recibió las clases particulares de un profesor italiano en Valladolid? "Yo ya nací pintora, se ve. Me inspiraba en cosas que leía", responde ella desde su memoria empañada. Habla, sobre todo, de Jorge Guillén y de Juan Ramón, a quien debe los versos que le sugirieron Un mundo: "(...) vagos ángeles malvas / apagan las verdes estrellas / Una cinta tranquila / de suaves violetas / abrazaba amorosa / a la pálida Tierra". "Mi padre compró dos lienzos en Macarrón y los unimos. Lo pegamos con tachuelas en la pared y yo dormía al lado. Cuando me venía una idea, la pintaba", dice Santos, al pie de un caballete en el estudio en el que sigue trabajando, en Majadahonda, en casa de su hijo.
Pero algo se rompió tras una adolescencia de pintura casi febril. Y no por culpa de un éxito que Santos vivió como espectadora de sí misma. Una noche salió de casa y empezó a caminar por los campos. Luego, el internamiento. Aunque no duró demasiado: "Gómez de la Serna, con quien se escribía mucho, porque algo se había enamorado de ella, se enteró y denunció en sus artículos que el padre de Ángeles Santos la tenía recluida en un sanatorio mental. Mi abuelo la sacó y la mandó con sus abuelos maternos al Ampurdán", cuenta Grau Santos. No volvió a coger los pinceles hasta que, en 1935, conoció al pintor Emili Grau Sala. Aunque algo se perdió, sólo ella sabe por qué, para siempre. "Cuando me casé, me dije que ya no quería pintar más como lo había hecho". Regaló telas y destruyó otras o pintó encima flores, paisajes, bodegones y retratos, mucho menos valorados por la crítica. "Decía que no le gustaban sus primeros cuadros, que eran tétricos y le habían hecho sufrir", recuerda Grau Santos.
"Me inspiraba en lo que leía, sobre todo en Juan Ramón", dice la artista
La paleta se volvió luminosa de amarillos, malvas y verdes inexistentes en su obra de juventud. Aún en sus trabajos más recientes, la artista, que llama "monstruos" a sus piezas maestras, sigue persiguiendo su época rosa. Con el comienzo de la Guerra Civil, el matrimonio Grau Santos se trasladó a Francia, pero en 1937 la artista regresó sola a España, donde dio a luz a su hijo. De nuevo el abandono de la pintura hasta 1963, año en que se reunió de nuevo con Grau Sala, con quien vivió en París hasta la muerte de éste en 1975.
Para algunos, Santos, hermana del crítico de arte Rafael Santos Torroella, es una Rimbaud de la pintura. O quizá sólo recorrió un camino inverso a la inocencia, posiblemente perdida precoz y dolorosamente por una niña de talento inasible. El mismo que Juan Ramón describió en una página de su Españoles de tres mundos. Viejo mundo, nuevo mundo, otro mundo. Caricatura lírica (1914-1940): "Alguno se acerca curioso a un lienzo y mira por un ojo y ve a Ángeles Santos corriendo gris y descalza orilla del río. Se pone hojas verdes en los ojos, le tira agua al sol, carbón a la luna. Huye, viene, va. De pronto, sus ojos se ponen en los ojos de las máscaras pegados a los nuestros. Y mira, la miramos. Mira sin saber a quién. La miramos. Mira".
Publicado por ISABEL LAFONT / elpais.com - Madrid - 01/11/2007
Ángeles Santos en el Lyceum Club Femenino de Madrid
Algunas obras
Ángeles Santos. Autorretrato. 1928. Óleo sobre lienzo, 62 x 44 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Dos hermanos. (ca. 1930, Valladolid) Óleo sobre lienzo, 90 x 70 cm. Museo Reina Sofía, Madrid
Niños y plantas. 1930. Óleo sobre lienzo, 141 x 126 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Lilas y calavera. 1930. Óleo sobre lienzo, 80 x 84 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Cena familiar. 1930. Óleo sobre lienzo, 96 x 127 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Niña durmiendo. 1929. Obra de Ángeles Santos
La niña muerta. Obra de Ángeles Santos
Familia cenando [Cena familiar] (1930). Obra de Ángeles Santos
Habitación (c. 1930). Obra de Ángeles Santos
Sueño [Alma que huye de un sueño] (c. 1929). Obra de Ángeles Santos
La Tierra [Pueblo primitivo]. 1929. Obra de Ángeles Santos
Lilas y claveras [Naturaleza muerta] (1930). Obra de Ángeles Santos
Vaso [El vaso de vino] (1928). Obra de Ángeles Santos
Calle Alonso Pesquera (calle de Valladolid). 1929. Obra de Ángeles Santos
Calle Alonso Pesquera (calle de Valladolid). 1929. Obra de Ángeles Santos
Niños en el jardín (1928). Obra de Ángeles Santos
El tío Pepet (1928). Obra de Ángeles Santos
La tía Marieta [Vieja haciendo calceta] (1928). Obra de Ángeles Santos
Anita con delantal de cuadros azules y blancos (1928). Obra de Ángeles Santos
Niña [Retrato de Conchita] (1929). Obra de Ángeles Santos
Mi hermano Rafael (1928). Obra de Ángeles Santos
Nita [Anita y las muñecas] (1929). Obra de Ángeles Santos
Retrato de María Álvarez (1929). Obra de Ángeles Santos
La Marquesa de Alquibla (1928). Obra de Ángeles Santos
Cabeza de niña (1930). Obra de Ángeles Santos
Un Mundo, la obra más conocida de Ángeles Santos
Un mundo. Ángeles Santos. 1929 (Valladolid) Técnica: Óleo sobre lienzo. Dimensiones: 290 x 310 cm. Expuesto en: Sala 207. Museo Reina Sofía.
Según confesiones de la propia Ángeles Santos, fueron unos versos de Juan Ramón Jiménez los que inspiraron Un mundo: «[…] vagos ángeles malvas / apagan las verdes estrellas / Una cinta tranquila / de suaves violetas / abrazaba amorosa / a la pálida Tierra». El gran óleo, de tres por tres metros –la pintora tuvo que unir dos lienzos para conseguir la superficie deseada– causó verdadera impresión en los medios intelectuales del momento, teniendo en cuenta además que su autora era una joven residente en provincias, que lejos del ambiente cultural de la capital, no había tenido ocasión de conocer los avances de las nuevas corrientes artísticas. Tras contemplar la enorme pintura en el Salón de Otoño de Madrid de 1929, Ramón Gómez de la Serna, Jorge Guillén, García Lorca, o el propio Juan Ramón Jiménez intercambiaron correspondencia con Ángeles Santos y se desplazaron a Valladolid para conocer personalmente a la incipiente artista.
Un mundo participa a medias de los supuestos surrealistas y de la poética del realismo mágico, corriente difundida en el ensayo homónimo publicado por Franz Roh en 1925. Los personajes femeninos que pueblan la escena rodean los costados de un globo terráqueo que ha perdido su condición original para convertirse en una figura cúbica. En silenciosa procesión, estas mujeres de largos cabellos van iluminando las estrellas con el fuego previamente tomado del sol, mientras en uno de los ángulos del lienzo, otro conjunto de mujeres tocan instrumentos musicales.
Un mundo. Detalles (1929) de Ángeles Santos
Por Paloma Esteban Leal / museoreinasofia.es
El estudio de Grau Sala en París, de Ángeles Santos.
Después de realizar algunas exposiciones más (como la de Galería Estilo, de 1934), Ángeles Santos se retiró de la pintura, hasta que mucho más tarde, en 1964 volvió a retomar los pinceles, reanudando su carrera artística
Ver vídeo dedicado a Ángeles Santos: http://www.youtube.com/watch?v=d1RTjeYcKKc
No es ningún secreto que el arte español ha estado dominado por hombres, si bien, ya antes de la Guerra Civil, asistiremos al trabajo de algunas interesantes artistas como Ángeles Santos, Remedios Varo o Maruja Mallo, excepciones en un marco social y artístico androcéntrico.
Ángeles Santos Torroella
Fue una pintora precoz y sus primeros cuadros llamaron tanto la atención de los intelectuales y artistas españoles a finales de los años veinte que las exposiciones se sucedieron. La visitaban García Lorca y Jorge Guillén, mientras Gómez de la Serna se prodigaba escribiéndole. Pero ese fulgor duró sólo dos años, de 1928 a 1930.
No es ningún secreto que el arte español ha estado dominado por hombres, si bien, ya antes de la Guerra Civil, asistiremos al trabajo de algunas interesantes artistas como Ángeles Santos, Remedios Varo o Maruja Mallo, excepciones en un marco social y artístico androcéntrico.
Ángeles Santos Torroella (Portbou, Gerona, España, 7 de noviembre 1911), pintora catalana. Hermana del poeta y crítico de arte Rafael Santos Torroella, se casó en 1935 con el pintor Emilio Grau Sala, y es hijo de ambos Julián Grau Santos, también pintor. Actualmente vive en Pozuelo de Alarcón, Madrid.
De joven va a vivir a Valladolid, donde empieza pintar. Considerada una revelación, dieron razón de su pintura, medio expresionista, medio surrealista, Jorge Guillén, Ramón Gómez de la Serna, M. Abril, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Guillermo Díaz-Plaja, Joan Teixidor, J. Nubiola y otros al descubrirla en el salón de Otoño de Madrid de 1929.
En 1931 hace una exposición individual en París, y en 1932 participa en la colectiva de Artistas Ibéricos en Copenhague y París. En 1933 fue invitada a la exposición del Carnegie Institute de Pittsburgh (EE.UU.) y en 1936 figura en el pabellón español de la Bienal de Venecia.
Expone en Barcelona por primera vez en 1935 en la Galería Syra. Desde ese año su obra, se decanta hacia el postimpresionismo, y trata preferentemente del paisaje y los interiores.
Ángeles Santos en Portbou (1936)
CRONOLOGÍA DE ÁNGELES SANTOS
(1911 - 1935)
Ángeles Santos Torroella nace el 7 de noviembre de 1911 en en Port Bou, Gerona. Es hija de Julián Santos Estévez, funcionario de Hacienda y Aurelia Torroella. Ángeles es la mayor de ocho hermanos.
- Entre 1912 y 1921, su padre es destinado a Ripoll, La Jonquera, El Portús, Fregeneda y Valladolid. Ángeles asiste al colegio de las Dominicanas francesas.
- En 1924, su familia es trasladada a Ayamonte, Huelva. Ángeles es alumna interna en el colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón en Sevilla. Ella es una alumna interna. En este colegio aprende dibujo y pintura.
- En 1927 la familia reside en Valladolid. Ángeles tiene como profesor particular de dibujo y pintora al pintor italiano Cellino Perroti.
- En octubre de 1928 participa en la exposición colectiva de artistas vallisoletanos organizada por el Ayuntamiento de Valladolid. Francisco de Cossío se impresiona con su obra y le recomienda a sus padres que Ángeles se dedique exclusivamente a pintar.
- En 1928 comienza a frecuentar las tertulias de escritores y artistas. En estas tertulias conoce a Cristóbal Hall, Emilio Gómez Orbaneja, Aurelio Garc’a Lesmes, Francisco Pino y JosŽ M. Leulmo, entre otros.
- En 1929 participa en el IX Salón de Otoño con su cuadro Un mundo. Ángeles causa una excelente impresión. Ramón Gómez de la Serna viaja expresamente a Valladolid para conocer a Ángeles, joven pintora.
- A finales de 1929, Ángeles Santos cambia radicalmente su estilo pintórico.
- En 1930 se traslada con su familia a San Sebastián. Aquí frecuenta la tertulia del Casino, y conoce a pintores distinguidos, entre ellos Carlos Ribera y Jesœs Olasagasti y también conoce al arquitecto Aizpura.
- Entre 1931 y 1932, Ángeles abandona la pintura. Sin embargo, sigue participando en exposiciones colectivas con sus obras de los a–os anteriores.
- En 1933, su familia se instala en Barcelona. En esta ciudad çngeles Santos hace amistad con Joan Teixidor e Ignasi Agust’.
- En 1935 celebra una exposici—n individual en las galer’as Syra de Barcelona. Durante su exposición conoce al pintor Emili Grau Sala, quien será su esposo.
(1936 - 1959)
- El 15 de enero de 1936 Ángeles Santos se casa con Emili Grau Sala. La pareja frecuenta a Gustau Gili, amigo del pintor, y a Guillermo de Torre y su esposa, Norah Borges, quien le hace dos retratos.
Estalla la guerra civil, Ángeles y su esposo se refugian en Mazanet-sur-Tarn. Al poco tiempo, Ángeles regresa sola a España y se reune con su familia. Emili Grau Sala se instala en París.
- En 1937 tiene su primer hijo, Julián Grau Santos, quien nace en Canfranc, Huesca.
- En 1938, Ángeles Santos enseña dibujo en un colegio de monjas de Sanguesa, Huesca.
- En 1943 Ángeles se instala en Madrid y vive en esta ciudad hasta 1947 cuando fija su residencia en Cataluña, viviendo en Figueras y Port Bou.
(1960 - 1975)
- En 1960 se establece en Barcelona. Retoma su pintura.
- En 1962, 26 años después de vivir en lugares distintos a los de su marido, se traslada a París y se reúne con Emili Grau Sala. Durante los próximos años Ángeles vivirá entre París y Barcelona.
- En 1969 expone en la Sala Rovira de Barcelona, lo que supone su reaparición como pintora.
- En 1975 muere Emili Grau Sala y Ángeles Santos deja la residencia de París.
(1976 - 2011)
Durante estos últimos años, continúa haciendo exposiciones individuales. Ha sido seleccionada en numerosas exposiciones individuales e importantes exposiciones históricas, donde su obra de los años veinte y treinta es considerada parte esencial de la pintura de la vanguardia española.
- En 2003 el Museo Patio Herreriano de Valladolid dedicó una exposición la pintora gerundense. Una manera de darle el lugar en la historia que ella misma quiso eludir. También en 2003 la sala de la BBK en Bilbao le dedicó una exposición
- En 2005 recibió el Premio Cruz de San Jorge, otorgado por la Generalidad de Cataluña.
- En 2007 En las paredes del Museo Reina Sofía cuelga 'Un mundo', un enorme cuadro de tres por tres metros, que representa un extraño planeta surrealista. Quizá sea la obra más destacada de Ángeles Santos. El mundo, una composición en la que, dando rienda suelta a su imaginación, se acercó al surrealismo, y durante dos años la artsta catalana se encerró en el mundo de su pintura, creando una obra singular y emparentada con las corrientes de vanguardia.
- Fallece en Madrid el 3 de octubre de 2013.
Espero que la información que he recopilado de esta pintora española, os resulte interesante y contribuya en la divulgación de su obra.
Ángeles Santos, rodeada de algunos de sus cuadros
Más datos de Ángeles Santos
La tertulia de Ángeles Santos desde una perspectiva de género
La tertulia. 1929 (Valladolid) Óleo sobre lienzo. 130 x 193 cm. Museo reina Sofía, Madrid.
Paseo por los salones del Museo de Reina Sofía en Madrid y me encuentro frente a una obra deslumbrante, La tertulia de Ángeles Santos. Es una obra bastante grande, en un lienzo de 130 por 193 centímetros que impone imágenes de mujeres intelectuales de principios del siglo XX participando en lo que sus contemporáneos tenían el derecho de hacer en los cafés y ellas el deber de hacer en sus casas: una tertulia.
Esta obra es de 1929 y capta la esencia de los acontecimientos de la época donde las mujeres españolas eran dominadas por el patriarcado asfixiante de principios del siglo XX; es decir, en esta época las mujeres no eran libres sino que estaban controladas por normas patriarcales y católicas. Por lo tanto, las mujeres no eran libres de andar por los cafés por las noches discutiendo con personas intelectuales como ellas. No, las mujeres, intelectuales o no, debían permanecer, según las normas patriarcales, en el ámbito privado.
En La tertulia de Santos vemos a mujeres leyendo, fumando, pensando, discutiendo, son mujeres intelectuales que hacen sus tertulias en un ámbito doméstico, el único que como he dicho anteriormente era socialmente aceptado para las mujeres. Ángeles Santos inmortaliza este momento de la tertulia femenina con una viveza impresionante probablemente porque ella vivió esta tertulia, como mujer artista e intelectual en los años veinte y treinta, Santos estaba inmersa en la sociedad patriarcal española.
Con estos pensamientos sigo mi paseo por el Reina Sofía y termino mi visita en la tienda del museo. Me ha impresionado La tertulia y quiero llevarme a casa una postal o un afiche de la misma. Busco por la tienda y no la encuentro, es más, pregunto a los dependientes si tienen La tertulia de Santos y me responden que la única obra con el título de "tertulia" que conocen es la de José Solana Gutierrez. Me muestran una postal de esta obra, se titula La Tertulia del Café Pombo, una obra del año 1920. Esta tertulia es absolutamente distinta a la de Ángeles Santos y me llama muchísimo la atención.
Ángeles Santos, posa junto con su obra 'La tertulia'
La Tertulia del Café Pombo es exclusivamente masculina y se lleva a cabo en el ámbito público, en el café Pombo. Los hombres que participan en la tertulia están vestidos de negro, con saco y corbata, y están todos muy formales, tomando café y licor. Sus caras están tensas, me da la impresión de que están jugando el rol de intelectuales, sus gestos son como los que esperamos ver en un hombre intelectual. Los colores de la obra son oscuros, la obra en si tiene un tono soberbio.
Esta tertulia indudablemente es lo contrario de la tertulia de Ángeles Santos. Santos crea un ambiente de mujeres, donde están relajadas, concentradas en sus discusiones y lecturas. La obra de Santos no es oscura, las mujeres tienen camisas de colores y aunque un tono gris crea el ambiente no es un tono oscuro, es un tono que refleja la intensidad de la tertulia pero no transmite una sensación de arrogancia o de imposición como lo hace la obra de Solana. Es decir, la obra de Solana, con los hombres arrogantes, pretendiendo ser intelectuales, pretendiendo saber la verdad absoluta en sus tertulias es desde mi parecer, un mundo de diferencia con la obra de Santos.
La tertulia del café Pombo de José Gutiérrez Solana. 1920. Museo Reina Sofía. Madrid
Al final regresé a mi casa no con una postal de la obra que me cautivó ese d’a, La tertulia de Ángeles Santos, sino que me llevé la postal de La Tertulia del Café Pombo por Solana junto con el pensamiento de que las mujeres creamos obras muy distintas a las de los hombres. Como Ángeles Santos, podemos captar la esencia del mundo femenino, una realidad que todavía en el siglo XXI tiende a ser ignorada, mientras que ellos se concentran en el mundo masculino y nos imponen este mundo como si fuera el de todos y todas, cuando en realidad es únicamente el de unos pocos hombres privilegiados.
Texto: Maria Lourdes Xirinachs
Un mundo y otras obras
Un mundo (1929) Museo Reina Sofía. Madrid. Obra de de Ángeles Santos. A sus 17 años, Ángeles Santos Torrella presenta su obra gran obra surrealista, 'Un Mundo', en el Salón de Otoño. Es el año 1929. Fernando Huici escribe de esta obra lo siguiente: “Invenci—n tan deslumbrante como dif’cilmente encasillable, Un Mundo se ha visto consagrada por las revisiones de nuestra vanguardia como uno de los emblemas estelares del surrealismo peninsular.” (Huici 1999: 29). Esta gran obra surrealista fue inspirada por los siguientes versos de Juan Ramón, poeta que Ángeles Santos admiraba con pasión:
vagos ángeles malvas
apagan las verdes estrellas
Una cinta tranquila
de suaves violetas
abrazaba amorosa
a la pálida Tierra
Estos versos por lo tanto dan lugar a la imaginación de Ángeles Santos para representar Un Mundo, una obra surreal donde los/as ángeles transitan en un mundo casi cuadricular, sostenido en un universo de escaleras que llegan al sol. De acuerdo con Huici el surrealismo de Ángeles Santos en esta obra es similar al de Maruja Mallo en el sentido que ambas (la obra surrealista de Mallo es “Cloacas y Campanarios”) crean un surrealismo intuitivo e ingenuista (Fuera de Orden 29). Es decir, el surrealismo de Santos como el de Mallo es una invención más autónoma que estrictamente disciplinar. Según Huici, este surrealismo autónomo no institucionalizado también está presente en otras obras de Santos, incluyendo aquellas que exploran su dicción más expresionista de lo grotesco en Cena familiar (Huici 1999: 29). En cuanto a sus otras obras, Huici explica como Ángeles Santos muestra un clasismo con tono de lo monstruoso en El reino vegetal y el reino animal. En su maravillosa obra Niña durmiendo y Niña muerta utiliza un realismo mágico, con visiones que Ramón Gómez de la Serna ensalzará como “iluminaciones de la realidad, equilibrios en que la realidad se extasía y queda horas prendida” (Huici 1999: 30). Ángeles Santos es una importante mujer de la vanguardia española de principios del siglo XX. No hay mucha información sobre esta gran pintora pero sus obras indudablemente son tan importantes como las de sus contemporáneos, Dalí, Mallo y los/as demás. Quisiera que esta breve reflexión sobre su obra quizás más conocida, Un Mundo, sea una invitación para que la lectora o lector se motiven para investigar sobre Ángeles Santos y escribir sobre esta asombrosa mujer que como sus contemporáneas, permanece prácticamente en el anonimato, lo que es una gran pérdida para la humanidad.
FUERA de ORDEN: Mujeres de la Vanguardia Española. Madrid: Fundación Cultural MAPFRE VIDA, 1999.
El largo viaje de Ángeles Santos
Un mundo (1929) Museo Reina Sofía. Madrid. Obra de Ángeles Santos. Lo pintó en Valladolid cuando tenía 17 años
En las paredes del Museo Reina Sofía cuelga Un mundo, un enorme cuadro de tres por tres metros, obra de Ángeles Santos (Port Bou, 1911), que la crítica suele conectar con las corrientes surrealistas.
Se presentó en 1929 en Madrid, en el Salón de Otoño, y cautivó por su vanguardismo. Un año más tarde, el salón dedicó a la jovencísima artista su primera exposición individual, en la que mostró 34 obras realizadas desde 1927. Entre otras, además de Un mundo, La tertulia, también hoy en el Reina Sofía, y que se asocia con los postulados de la Nueva Objetividad alemana, o el Retrato de la marquesa de Alquibla, que se expone hasta el 2 de diciembre en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid como parte de la exposición El retrato moderno en España (1906- 1936). Pero la pintora también llevó al salón sus demonios, a veces elocuentes, como en Alma que huye de un sueño, o estremecedores, como en La familia comiendo o en La niña muerta.
La pintora de 96 años, que expone en Madrid, persigue su época rosa
Esa exposición colocó su nombre en la historia del arte español e intrigó a los intelectuales de la época. Ramón Gómez de la Serna, Federico García Lorca, Jorge Guillén o Juan Ramón Jiménez se cartearon con la artista y peregrinaron a su casa de Valladolid, donde ella los recibía, recuerda ahora, 80 años después, "en la visita", siempre en compañía de los padres. ¿Cuál era su misterio? "Si sólo fuese una imaginación Ángeles Santos, si sólo fuese la que conserva más vivos en la memoria sus sueños y los traslada al lienzo, no tendría la verdadera calidad de pintora. Lo que la distingue es que, en la sustancia con que los redacta, hay 'pinturas', y eso les hace pasar de su estado de fluorescencia divagante y aparencial a un estado fijo de estampación eternal, con un tizne maravilloso de perpetuidad. Son iluminaciones de la realidad, equilibrios en que la realidad se extasía y queda horas prendida", escribió Gómez de la Serna en La Gaceta Literaria del 1 de abril de 1930.
El pintor e ilustrador Julián Grau Santos, único hijo de la artista, pone el dedo en la llaga: ¿qué iba a saber de surrealismo una niña "de colegio de monjas", que por toda formación recibió las clases particulares de un profesor italiano en Valladolid? "Yo ya nací pintora, se ve. Me inspiraba en cosas que leía", responde ella desde su memoria empañada. Habla, sobre todo, de Jorge Guillén y de Juan Ramón, a quien debe los versos que le sugirieron Un mundo: "(...) vagos ángeles malvas / apagan las verdes estrellas / Una cinta tranquila / de suaves violetas / abrazaba amorosa / a la pálida Tierra". "Mi padre compró dos lienzos en Macarrón y los unimos. Lo pegamos con tachuelas en la pared y yo dormía al lado. Cuando me venía una idea, la pintaba", dice Santos, al pie de un caballete en el estudio en el que sigue trabajando, en Majadahonda, en casa de su hijo.
Pero algo se rompió tras una adolescencia de pintura casi febril. Y no por culpa de un éxito que Santos vivió como espectadora de sí misma. Una noche salió de casa y empezó a caminar por los campos. Luego, el internamiento. Aunque no duró demasiado: "Gómez de la Serna, con quien se escribía mucho, porque algo se había enamorado de ella, se enteró y denunció en sus artículos que el padre de Ángeles Santos la tenía recluida en un sanatorio mental. Mi abuelo la sacó y la mandó con sus abuelos maternos al Ampurdán", cuenta Grau Santos. No volvió a coger los pinceles hasta que, en 1935, conoció al pintor Emili Grau Sala. Aunque algo se perdió, sólo ella sabe por qué, para siempre. "Cuando me casé, me dije que ya no quería pintar más como lo había hecho". Regaló telas y destruyó otras o pintó encima flores, paisajes, bodegones y retratos, mucho menos valorados por la crítica. "Decía que no le gustaban sus primeros cuadros, que eran tétricos y le habían hecho sufrir", recuerda Grau Santos.
"Me inspiraba en lo que leía, sobre todo en Juan Ramón", dice la artista
La paleta se volvió luminosa de amarillos, malvas y verdes inexistentes en su obra de juventud. Aún en sus trabajos más recientes, la artista, que llama "monstruos" a sus piezas maestras, sigue persiguiendo su época rosa. Con el comienzo de la Guerra Civil, el matrimonio Grau Santos se trasladó a Francia, pero en 1937 la artista regresó sola a España, donde dio a luz a su hijo. De nuevo el abandono de la pintura hasta 1963, año en que se reunió de nuevo con Grau Sala, con quien vivió en París hasta la muerte de éste en 1975.
Para algunos, Santos, hermana del crítico de arte Rafael Santos Torroella, es una Rimbaud de la pintura. O quizá sólo recorrió un camino inverso a la inocencia, posiblemente perdida precoz y dolorosamente por una niña de talento inasible. El mismo que Juan Ramón describió en una página de su Españoles de tres mundos. Viejo mundo, nuevo mundo, otro mundo. Caricatura lírica (1914-1940): "Alguno se acerca curioso a un lienzo y mira por un ojo y ve a Ángeles Santos corriendo gris y descalza orilla del río. Se pone hojas verdes en los ojos, le tira agua al sol, carbón a la luna. Huye, viene, va. De pronto, sus ojos se ponen en los ojos de las máscaras pegados a los nuestros. Y mira, la miramos. Mira sin saber a quién. La miramos. Mira".
Publicado por ISABEL LAFONT / elpais.com - Madrid - 01/11/2007
Ángeles Santos en el Lyceum Club Femenino de Madrid
Algunas obras
Ángeles Santos. Autorretrato. 1928. Óleo sobre lienzo, 62 x 44 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Dos hermanos. (ca. 1930, Valladolid) Óleo sobre lienzo, 90 x 70 cm. Museo Reina Sofía, Madrid
Niños y plantas. 1930. Óleo sobre lienzo, 141 x 126 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Lilas y calavera. 1930. Óleo sobre lienzo, 80 x 84 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Cena familiar. 1930. Óleo sobre lienzo, 96 x 127 cm. Museo Reina Sofía, Madrid. Obra de Ángeles Santos
Niña durmiendo. 1929. Obra de Ángeles Santos
La niña muerta. Obra de Ángeles Santos
Familia cenando [Cena familiar] (1930). Obra de Ángeles Santos
Habitación (c. 1930). Obra de Ángeles Santos
Sueño [Alma que huye de un sueño] (c. 1929). Obra de Ángeles Santos
La Tierra [Pueblo primitivo]. 1929. Obra de Ángeles Santos
Lilas y claveras [Naturaleza muerta] (1930). Obra de Ángeles Santos
Vaso [El vaso de vino] (1928). Obra de Ángeles Santos
Calle Alonso Pesquera (calle de Valladolid). 1929. Obra de Ángeles Santos
Calle Alonso Pesquera (calle de Valladolid). 1929. Obra de Ángeles Santos
Niños en el jardín (1928). Obra de Ángeles Santos
El tío Pepet (1928). Obra de Ángeles Santos
La tía Marieta [Vieja haciendo calceta] (1928). Obra de Ángeles Santos
Anita con delantal de cuadros azules y blancos (1928). Obra de Ángeles Santos
Niña [Retrato de Conchita] (1929). Obra de Ángeles Santos
Mi hermano Rafael (1928). Obra de Ángeles Santos
Nita [Anita y las muñecas] (1929). Obra de Ángeles Santos
Retrato de María Álvarez (1929). Obra de Ángeles Santos
La Marquesa de Alquibla (1928). Obra de Ángeles Santos
Cabeza de niña (1930). Obra de Ángeles Santos
Un Mundo, la obra más conocida de Ángeles Santos
Un mundo. Ángeles Santos. 1929 (Valladolid) Técnica: Óleo sobre lienzo. Dimensiones: 290 x 310 cm. Expuesto en: Sala 207. Museo Reina Sofía.
Según confesiones de la propia Ángeles Santos, fueron unos versos de Juan Ramón Jiménez los que inspiraron Un mundo: «[…] vagos ángeles malvas / apagan las verdes estrellas / Una cinta tranquila / de suaves violetas / abrazaba amorosa / a la pálida Tierra». El gran óleo, de tres por tres metros –la pintora tuvo que unir dos lienzos para conseguir la superficie deseada– causó verdadera impresión en los medios intelectuales del momento, teniendo en cuenta además que su autora era una joven residente en provincias, que lejos del ambiente cultural de la capital, no había tenido ocasión de conocer los avances de las nuevas corrientes artísticas. Tras contemplar la enorme pintura en el Salón de Otoño de Madrid de 1929, Ramón Gómez de la Serna, Jorge Guillén, García Lorca, o el propio Juan Ramón Jiménez intercambiaron correspondencia con Ángeles Santos y se desplazaron a Valladolid para conocer personalmente a la incipiente artista.
Un mundo participa a medias de los supuestos surrealistas y de la poética del realismo mágico, corriente difundida en el ensayo homónimo publicado por Franz Roh en 1925. Los personajes femeninos que pueblan la escena rodean los costados de un globo terráqueo que ha perdido su condición original para convertirse en una figura cúbica. En silenciosa procesión, estas mujeres de largos cabellos van iluminando las estrellas con el fuego previamente tomado del sol, mientras en uno de los ángulos del lienzo, otro conjunto de mujeres tocan instrumentos musicales.
Un mundo. Detalles (1929) de Ángeles Santos
Por Paloma Esteban Leal / museoreinasofia.es
El estudio de Grau Sala en París, de Ángeles Santos.
Después de realizar algunas exposiciones más (como la de Galería Estilo, de 1934), Ángeles Santos se retiró de la pintura, hasta que mucho más tarde, en 1964 volvió a retomar los pinceles, reanudando su carrera artística
Ver vídeo dedicado a Ángeles Santos: http://www.youtube.com/watch?v=d1RTjeYcKKc
No es ningún secreto que el arte español ha estado dominado por hombres, si bien, ya antes de la Guerra Civil, asistiremos al trabajo de algunas interesantes artistas como Ángeles Santos, Remedios Varo o Maruja Mallo, excepciones en un marco social y artístico androcéntrico.
Fuente
http://www.foroxerbar.com
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