Con la inauguración de ‘Fénix’, la Galería Óscar Román celebra su vigesimoquinto aniversario
Tras 25 años de carrera en el mundo de las galerías, Oscar Román recuerda cómo fue que llegó a ser el director de uno de los espacios artísticos más reconocidos de la Ciudad de México.
“Estaba trabajando en una galería de arte contemporáneo y desgraciadamente el dueño murió, entonces me quedé sin trabajo y decidí que había que empezar de nuevo. Me di a la tarea de pensar qué iba a hacer, y por fortuna, un amigo mío y yo hicimos una venta de arte y logramos juntar a mucha gente, entonces ahí surgió la idea de abrir mi propio espacio”, comentó Oscar, licenciado en relaciones internacionales.
Apasionado del arte mexicano y de las manifestaciones humanas, el curador habló sobre los momentos clave en su vida, y que lo llevaron hasta este punto.
“Tuve mucha suerte, ya que todo se acomodó para que abriera, pues en ese momento yo manejaba al artista oaxaqueño Jesús Urbieta, logramos una exposición en Monterrey que fue todo un éxito y se dieron las condiciones para inaugurar la galería”, dijo.
Con dos diplomados en el extranjero, sobre historia del arte y arte contemporáneo, el galerista contó cómo fue que nació su interés profesional.
“Tuve la oportunidad que de niño, mi primo fue mi mentor, ya que nos llevaba a los conventos, a los museos y a mí eso se me quedó muy grabado, creo fue él quien me motivó para dedicarme a lo que hago ahorita”, explicó el también conferencista.
Oscar afirma que el arte es su relación, su pasión y alimento, y por ello, decidió seguir sus sueños.
“Abrí la galería con piezas de Jesús Urbieta y creo fue en un muy buen momento porque era algo fresco y la gente podía encontrar un lugar especializado y con buena propuesta en pintura”, mencionó.
La Galería Oscar Román es un punto de reunión para los talentos emergentes y consolidados, ya que siempre cuida y mantiene la integridad de los que ahí exponen.
“Tenemos artistas que llevan toda la vida con nosotros y si bien las tendencias evolucionan, creo que hay que hacer lecturas y reconocimiento de las personas que han trabajado en esto toda su vida. Por ello, aquí decidimos realizar homenajes a esas vidas que trascienden, el primero fue en 1994 a Alice Rahon y el proyecto culminó con una gran muestra en el Museo de Arte Moderno, en la que yo fui el curador”, dijo el promotor.
Después de haber participado en las últimas cuatro ediciones de Zona Maco y de exponer alrededor del mundo, el curador asegura apoyar al máximo lo hecho en nuestro país.
“En México, de repente queremos borrar y recordar sólo la etapa actual, y eso es algo que a mí me importa mucho, ya que en el arte cada faceta es importante y no se puede minimizar ni excluir, pues es parte del bagaje cultural de todos nosotros”, puntualizó.
Además, agregó que es un mercado difícil ya que cada día se ponen más trabas para la adquisición de piezas.
“Hemos visto deteriorado el apoyo en estos últimos años, porque las leyes han afectado muchísimo el comercio del arte por ejemplo, la ley antilavado que al poner al arte como un rubro sensible conlleva que las ventas se caigan, ya que para muchos es más fácil ir a Estados Unidos y comprar con su tarjeta de crédito la obra que desean”, explicó Oscar.
Altruista de corazón, el fanático del surrealismo busca seguir apoyando a diversas organizaciones sin fines de lucro.
“Una de las cosas que realmente me han marcado y me han tocado fibras muy importantes, son las participaciones en las fundaciones, como en México Vivo, que fui el creador de la subasta de arte y realmente me dejó muy buenos recuerdos porque logramos que la recaudación aumentara muchísimo, hasta lograr que el evento se posicionara como uno de los más importantes a nivel de América Latina. Ahora participo en la fundación Aid for Aids, que tiene como objetivo el llevar información a jóvenes e indígenas; yo apoyo con la organización de ventas, obras que se donan y el conseguir recursos”, dijo.
Listo para celebrar los 25 años de su negocio, el galerista agradece el haber superado momentos difíciles en su carrera y en su vida.
Fotos: Sergio Bejarano
“Jesús Urbieta muere a los 37 años por alcoholismo y cuando te involucras tanto en la parte personal con alguien es muy difícil y doloroso, porque traté de sacarlo adelante y llevarlo por otro camino, pues ya sabía cuál iba a ser el resultado. Pero hoy sigo trabajando con su hijo y él aprovecha la técnica sobre arenas que le dejó su padre. A lo largo de los años ha habido muchos y el ver cada uno de los proyectos realizados nos llena de gusto y nos da la motivación de seguir adelante”, explicó Oscar, quien maneja a artistas como Marco Arce, Luis Granda, Vladimir Cora y Jorge Marín.
Pero una vez superados los diferentes obstáculos que la vida presenta, según Oscar es momento de dar gracias por las cosas buenas y de festejar por todas las bendiciones.
Fuente“Hacemos la exposición conmemorativa Fénix, por el gran trabajo a través de los años, la consistencia y perseverancia, ya que he pasado por momentos buenos y malos, por enfermedades y buenos recuerdos, pero este momento es de mucha alegría y hay que celebrarlo”, finalizó.
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