Cuando naces con talento no necitas decidir qué quieres ser cuando seas grande, tan sólo basta con descubrir tu camino y adentrarte en un mundo desconocido que tiene preparadas grandes sorpresas en esa llamada búsqueda de la felicidad. Fab Ciraolo nos cuenta sobre su trabajo, su experiencia y cómo ha sido romper esquemas con lo que se desprende de su imaginación como artista visual.
¿Para qué adentrarnos en sobradas definiciones sobre el Lenguaje Visual? Sólo es necesario que eso que alguien creó te diga a ti algo, no necesariamente lo que le dice a su autor o a ese alguien que la verá dentro de unos años más. El ilustrador chileno Fabian Ciraolo desde el momento en el que comenzó a dibujar supo que lo único que quería era pasarla bien.
“Soy artista porque desde que tengo uso de razón lo mejor que he hecho siempre ha sido dibujar, me gusta mucho hacerlo porque creo que nací dibujando, no hubo un momento en el que me diera cuenta que eso quería hacer, desde hace mucho que trabajo como ilustrador en Chile y si algo me llevó a dedicarme a esto fue poder hacer lo que yo quisiera, sentirme libre y no tener que depender de nadie para poder mostrar mi arte, mis primeros cuadros los empecé a vender a los 10 años”.
“Soy artista porque desde que tengo uso de razón lo mejor que he hecho siempre ha sido dibujar, me gusta mucho hacerlo porque creo que nací dibujando, no hubo un momento en el que me diera cuenta que eso quería hacer, desde hace mucho que trabajo como ilustrador en Chile y si algo me llevó a dedicarme a esto fue poder hacer lo que yo quisiera, sentirme libre y no tener que depender de nadie para poder mostrar mi arte, mis primeros cuadros los empecé a vender a los 10 años”.
Si bien la composición es importante como colores, símbolos, códigos y mensaje también lo es que sea original, fresco y ¿por qué no? Atrevido. Las obras de Ciraolo conjugan importantes personajes en situaciones y con estilo que jamás imaginamos, los saca de contexto para sorprendernos de forma grata.
“Los personajes los pienso al azar, porque me interesan estéticamente no sólo por su carrera o su importancia social, me reto a hacer algo diferente, por ejemplo si tengo a Lady Gaga ¿qué más puedo hacer con ella cuando creemos que ya todo está hecho? siempre debe de haber algo que te haga jugar un poco y sobre todo descontextualizarlo de su entorno, de su realidad y de la presencia que tiene, llevar algo antiguo hacia lo nuevo”.
De esta forma le gusta provocar algo con sus imágenes, no siempre el objetivo es la provocación pero sí transmitir algo que el receptor no haya experimentado, lo mismo puede poner a Picasso, a Frida Kahlo e incluso al Dalai Lama pero siempre su principal motivo ha sido llegar a algo interesante, siempre se le están ocurriendo cosas para hacer.
“Los personajes los pienso al azar, porque me interesan estéticamente no sólo por su carrera o su importancia social, me reto a hacer algo diferente, por ejemplo si tengo a Lady Gaga ¿qué más puedo hacer con ella cuando creemos que ya todo está hecho? siempre debe de haber algo que te haga jugar un poco y sobre todo descontextualizarlo de su entorno, de su realidad y de la presencia que tiene, llevar algo antiguo hacia lo nuevo”.
De esta forma le gusta provocar algo con sus imágenes, no siempre el objetivo es la provocación pero sí transmitir algo que el receptor no haya experimentado, lo mismo puede poner a Picasso, a Frida Kahlo e incluso al Dalai Lama pero siempre su principal motivo ha sido llegar a algo interesante, siempre se le están ocurriendo cosas para hacer.
“La mente siempre va un poquito más rápido que la mano entonces trato de bajar la idea lo más rápido posible con lo que se me ocurre y descubrir algunas técnicas nuevas en cada ilustración, quiero que sea una sorpresa para mí y para quien lo verá”, nos cuenta.
El arte es arte por el simple hecho de que para todos tiene un significado diferente y especial, cada admirador podría definir lo que ve de distinta forma pero para Fab no, no hay definición alguna. “Trato de no definirla, no me gusta, hace poco alguien me dijo que podría ser un surrealismo punk y me gustó el término, tengo una línea definida pero no tengo un estilo muy claro de lo que quiero hacer creo yo. Todo eso de involucrar la galaxia, nebulosas, referencias al universo y demás es para acompañar la grandeza de los personajes, siempre he utilizado las estrellas y cosas así porque estéticamente me llama mucho la atención, de pronto de obsesiono con una cosa y la quiero poner por todas partes hasta que me asqueo un poquito de verlo tanto”.
Nos explica que su técnica se basa primero en tener un boceto a lápiz, después armar el tipo de ropa que va a llevar, la pose, los colores y ya que tiene el borrador se ponen y quitan detalles, haciendo sombras con lápiz hasta que quede algo a escala, trabaja con acuarelas, acrílicos y después lo digitaliza y se agregan más detalles, más sombras, más colores, fondos, atmósfera y efectos. “Trabajo con un 50% a mano de forma tradicional y la otra digitalmente, por eso me considero ilustrador no artista como tal. Hay un brillo particular de cada personaje que ilustro porque hay diferentes texturas que se pueden trabajar y así se nota que hay muchos más elementos de fondo; nunca le he tenido miedo al papel en blanco, creo que tener una hoja de papel en blanco es lo mejor que te puede pasar en la vida porque no te limita a nada, puedes probar un sin límite de cosas porque pruebas las veces que te plazca”.
Ilustrador, como él se dice, o artista, como los demás lo vemos, nos preguntamos hacia dónde lleva su trabajo, si es que tiene un discurso o intensión planteada desde que toma el lápiz y comienza a dejarse llevar.
“Puede que se perciban algunos elementos políticos, sociales o ideológicos pero esa no es la intención. Trato de no tener ese tipo de discursos porque realmente no me importan, no voy hacia ninguna postura política y no me interesa la religión tocar ese tipo de temas obviamente van a generar algún tipo de rechazo o algo positivo, por ejemplo el de la Madre Teresa no tiene nada de religioso, sin embargo es ruidoso porque fue inspirado en las fashion bloguer que se toman fotos con el teléfono frente al espejo para mostrarnos lo que se ponen día con día y Teresa siempre usó lo mismo, entonces ese tipo de contraste es lo divertido, ya no haría a Jesús vestido muy fashion porque no hay personaje más manoseado que Jesús, aunque quizá en algún momento si me interesa o si quiero quejarme por su puesto que lo haría a través de mis dibujos”.
¿Lenguaje visual? ¿En realidad se trata de prácticas comunicacionales distintas relacionadas al tiempo y al espacio?
“Siempre estoy abierto a hacer algo que sirva a la sociedad, que sea un aporte. Toda obra de arte debería servir para algo, hacer por hacer no me interesa porque siempre pienso el camino que va a seguir y si el resultado no va a ser lo esperado. A veces te encuentras con límites estéticos, cosas que no funcionan pero eso te permiten volver a hacer, volver a equivocarte, volver a reformarte ideas”.
Entre tanta pregunta y con respuestas tan subjetivas Ciraolo confiesa que el mejor arte viene de América latina por la cultura y su gente.
Obviamente un trabajo como el de este chileno no puede desprenderse del lenguaje musical, consume todo tipo de música, desde la clásica, la que hace referencia en sus obras hasta narcocorridos –excepto Reggaeton- pero nunca debe faltar en el reproductor Babasónicos, su banda de cabecera. Por ahora se encuentra planeando entrar al diseño textil.
“No sé si vaya a ser lo que visten los personajes que pinto o algo diferente porque no quiero que sean prendas de fondo sino algo fuera de lo común, podría ser con alguna marca ya establecida y no como un sello propio porque no es sencillo hacerlo de forma independiente, también voy a comenzar a hacer mucho trabajo en mural, todo fluye de forma increíble”, así termina.
En conclusión el lenguaje visual será aquella capacidad humana de simbolizar y poder representarnos la realidad y para interpretarla a cada momento de formas distintas.
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