BENITO ORDOÑEZ
El acusado de falsificar cuadros, natural de Parga, advierte que no quiere ser juzgado por la Justicia americana
La decisión de la Audiencia Nacional sobre si el marchante de artede Parga, José Carlos Bergantiños, se extradita a Estados Unidospara responder por una espectacular falsificación de obras de arte moderno, se retrasa. El abogado que lo defiende, el lucense Sánchez Goñi, pidió ayer en la vista convocada para decidir esa cuestión que se suspendiese el acto porque no estaba en condiciones de poder ejercer una defensa adecuada de su cliente al no disponer el informe forense sobre el estado de salud de Bergantiños. La revisión había sido pedida en su día, pero no se llevó a cabo hasta ayer, después de la fallida vista. Por tanto, el letrado dijo en el acto que, al no saber lo que podían opinar los forenses, era necesario suspenderlo y el tribunal así lo acordó. Y los forenses deben decir si Bergantiños está físicamente en condiciones de ser enviado a América.
Ahora la Audiencia Nacional, una vez reciba el informe de los forenses ha de remitirlo al abogado del marchante de Parga para su estudio y, a posteriori, convocar una nueva vista. Expertos jurídicos indicaron que a la defensa y al acusado les convenía dilatar al máximo el proceso.
En muletas
José Carlos Bergantiños, se presentó en la Audiencia Nacional conuna muleta, sin embargo no fue posible saber qué es lo que le sucedió. Su abogado se abstuvo de hacer comentarios relacionados con cuestiones personales de su cliente, alegando no estar autorizado para ello.
El de Parga fue abordado por los periodistas que lo aguardaban en el exterior de la Audiencia. Lo único que les dijo fue lo siguiente: «No quiero ir a Estados Unidos». Su teoría es que, si de algo ha de ser juzgado debe ser la justicia española la que se ocupe. Y de tener que sentarse en el banquillo de la Courthouse, en Manhattan, puede complicarle la existencia porque es conocedor de que su caso alcanzó una gran repercusión mediática en Nueva York y en algún estado próximo. Los fiscales le imputan, por las presuntas falsificaciones de cuadros que encargó a un ciudadano chino ahora refugiado en su país, los delitos de falsificación y fraude de lavado de dinero, entre otros.
José Carlos Bergantiños cree que tanta información en Estados Unidos y también en España sobre su caso le perjudica. Preferiría pasar inadvertido, pero su caso sigue generando un gran interés.
Dicen sus allegados que está preocupado y que se lo está jugando todo porque no quiere oír hablar de extradición, pero resulta que la Audiencia Nacional ya autorizó la de su hermano Jesús Ángel, a pesar de que no estaba directamente vinculado con los encargos de los cuadros falsos al chino. Supuestamente estarían a su nombre las cuentas bancarias españolas en las que entraba el dinero procedente de la estafa que trajo de calle durante algún tiempo a los coleccionistas de arte y a prestigiosos galeristas de Nueva York. La extradición acordada fue recurrida por el afectado y ahora debe decidir el pleno de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional.
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