Páginas

Translate


Powered By Blogger

visitas contador

domingo, 12 de noviembre de 2017

¿Debería tener la Filmoteca un museo?


Presentación de la exposición «Material de sueños. 30 años de Filmoteca», que reúne una selección del patrimonio depositado, recuperado y conservado por la Filmoteca Valenciana, como originales de escenografías, guiones, cámaras, proyectores y muestras de las películas restauradas. JOSÉ CUÉLLAR


Celebra sus 30 años en La Nau con una muestra de su rico patrimonio para el que se pide un espacio de exhibición permanente
Lo dejó caer el vicerrector de Cultura de la Universitat de València, Antonio Ariño, a la vista del «extraordinario patrimonio fílmico» mostrado en La Nau para celebrar las tres décadas de la Filmoteca. De hecho, al verlo, lamentó que la exposición Material de sueños. 30 años de la Filmoteca (1987-2017) no tuviera carácter permanente, en lugar de mantenerse en la Sala Estudi General únicamente hasta el 25 de febrero. «Está pidiendo un museo, porque es un patrimonio tan rico, tan vinculado a nuestros sueños y expresa tanto la cultura popular del siglo XX, que debería tener más oportunidades de visualización», sostuvo Ariño.Abel Guarinos, director del Institut Valencià de Cultura, recogió el guante y, a rebufo del entusiasmo del vicerrector, avanzó cierto compromiso con tan rico legado patrimonial: «Estamos trabajando para a medio plazo tener un Centro de Documentación mucho más amplio». Amplitud que permitiría, en este sentido, «albergar permanentemente determinados fondos del archivo y del propio fondo de la Filmoteca», añadió. El centro ubicado en la zona de Blasco Ibáñez posee actualmente más de 20.000 títulos de películas y un fondo bibliográfico de más de 10.000 volúmenes.
Nadie duda, como apunta en el catálogo de la exposición José Antonio Hurtado, Jefe de Programación de la Filmoteca, de la necesidad de las bibliotecas y de los archivos para asegurar el cuidado de la documentación escrita. Lo mismo cabe decir de los museos de arte. Sin embargo, «las filmotecas, vanguardias en la comprometida empresa de proteger el patrimonio en el terreno cinematográfico, no han conseguido todavía el reconocimiento, el prestigio o la protección que se merecen».
Y Hurtado avanza una posible explicación: «El motivo quizás resida en el hecho de que el cine, después de más de 100 años de historia, es todavía para ciertas instancias no mucho más que un espectáculo de barraca de feria para el entretenimiento de las masas, que no ha obtenido de manera unánime el respetable estatus artístico, la consideración de 'high culture'». Nada que ver con la importancia que le otorgó Ariño: «El cine ha hecho ya una historia tan grande en la cultura contemporánea que lo hemos de ver, no solamente desde su perspectiva de creación artística, sino también como patrimonio cultural que transmite lo que es nuestra historia y nuestra cultura».
El Material de sueños al que alude el título de la exposición, y cuyo cartel ha sido obra del artista Artur Heras, recoge «una mínima parte» de ese patrimonio, según explicó Nieves López, comisaria de la muestra. Una parte consistente en 61 carteles de un fondo de más de 3700; 54 programas de los más de 3000 con que cuenta la Filmoteca; el guión original de Max Aub de la película Sierra de Teruel, del director André Malraux; una colección de acuarelas de los decoradores valencianos Gori Muñoz y Francisco Canet; cámaras antiguas de proyección de películas, así como una serie de imágenes distribuidas en tres grandes pantallas.
Guarinos entiende la celebración no sólo centrada en esos 30 años de la Filmoteca, sino en la posibilidad de contemplar «casi 100 años del audiovisual valenciano». Y se refirió a ese tesoro patrimonial como una oportunidad para «seguir atesorándolo» y «seguir incorporando» no solo cuanto realizan los directores, sino igualmente con respecto a «esos reportajes domésticos que nos hacen ver la riqueza que tenía el siglo XX y también el XXI en todos sus formatos». Archivo doméstico que adolece de la dotación presupuestaria suficiente para llevarlo a cabo con las garantías y requisitos que supuestamente se merece.
Y es que la Filmoteca celebra sus 30 años tras haber tenido que soportar un ERE que condiciona esas labores de conservación y documentación. Algo que Guarinos reconoció como un lastre a tener en cuenta: «El ERE se hizo en 2013 y eso tardará años en recuperarse». Aún así, manifestó que la Filmoteca estaba en un «muy buen momento», precisando su afirmación: «Ahora está mejor que en sus 29 años anteriores en cuantos a fondos», de los que destacó la «cantidad y calidad» de los mismos.
Hacer visible ese trabajo oculto que desde hace tres décadas lleva haciendo la Filmoteca es lo que ahora está en juego. Como señala Hurtado, el objetivo siempre ha sido programar películas, «la magia que se oculta en la oscuridad de la sala», y, sobre todo, luchar «porque la oscura (y no muchas veces valorada) labor de los archivos fílmicos se haga visible». Y concluye: «En fin, parece que nuestro destino es batallar para hacernos visibles en la oscuridad». La exposición de La Nau arroja una primera luz en esa dirección.
Fuente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te puede interesar;

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...