ARTE
Con un estilo naturalista y original, a los 31 años Megan Massacre es una de las tatuadoras refreferententes de Estados Unidos.s
No sabe muy bien cuántos tatuajes tiene. Entre 20 y 30, dice cuando le preguntan. Dice, también, que de algunos se arrepiente, que el primero fue el más difícil, que siempre es el más difícil. Dice que los tatuajes son un arte y que al principio de su carrera no fue fácil ser "tomada en serio por los artistas hombres".
Megan Woznicki, más conocida como Megan Massacre, tiene 31 años y es una de las tatuadoras más cotizadas de Estados Unidos. Desde 2014 tiene su propio estudio, Grit N Glory, en el centro de Manhattan, pero llegar hasta allí le llevó un largo camino.
Nació en Filadelfia y a los 14 años supo que quería dedicarse al arte de los tatuajes. Cuando cumplió 18 años se fue a probar suerte a Nueva York. Aún no tenía ni un solo dibujo, especialmente porque en Estados Unidos tatuarse antes de los 18 es ilegal y porque, según contó en una entrevista con El País de Madrid, no sabía qué dibujarse: "El primer tatuaje siempre es el más complicado porque siempre asaltan dudas, aunque cuando ya has dado el paso todos los que vienen después resultan mucho más fáciles de decidir". Ni bien llegó a la gran manzana comenzó a trabajar como ayudante en un estudio de tatuadores y no fue sino después de estar seis meses allí que su primer tatuaje llegó: una ilustración de anime. "Algunos de los primeros tatuajes que me hice sí que ahora me desagradan porque han pedido valor o porque directamente los considero feos, pero a absolutamente todos les tengo cierto cariño", dijo sobre los dibujos que tiene en todo su cuerpo.
Aunque hoy es considerada una de las mayores referentes mujeres en el mundo de los tatuajes, el camino hasta llegar a eso no fue fácil: "Cuando empecé la industria estaba dominada por hombres. Pero los tiempos han cambiado y definitivamente hay más poder de mujeres y cada vez eso se hace más fuerte. Tengo un estudio de tatuajes y empleo a mucha chicas". Megan cree que en el inicio de su carrera, alrededor del año 2004, la industria de los tatuajes era muy machista. "Supongo que solo había un estigma (...) Siento que hoy la cancha se ha igualado", sostuvo durante su visita a un festival de tatuadores en Chile durante comienzos de 2017.
Pero, además, ha tenido que luchar constantemente con los prejuicios sobre su apariencia. "Cuando salía de mi casa, algunas personas me hablaban abiertamente acerca de su aversión por mi apariencia, tanto hombres como mujeres. Algunos decían que me veía horrible, simplemente; otros que estaba cometiendo un gran error con mi vida y que me arrepentiría en el futuro", contó en una entrevista.
Hoy Megan es una estrella indiscutida. Tiene casi un millón y medio de seguidores en Instagram, donde constantemente le elogian sus dibujos y escuchan sus consejos. Allí, la artista también comparte las campañas de fotos que realiza como modelo y, entre tantos tatuajes, su pelo rojo y sus ojos azules hace que sus imágenes tengan miles de corazones (likes, digamos).
Pero su fama no llegó sino hasta que la invitaron a formar parte de los programas NY Ink y Americas Worst Tattoo. El primero es un realitydocumental que se emitió desde 2011a 2013 y tenía la misma lógica que el anterior, Miami Ink. Allí, Megan compartía elenco con los mejores tatuadores de Estados Unidos, como Ami James, Morgwn Pennypacker o Paulo Benevides.
Actualmente forma parte de un tercer proyecto televisivo, Bondi Ink Tatto Crew, un programa australiano que la tiene como tatuadora estrella, en el que Megan intenta plasmar los sueños, deseos, ideas y recuerdos de los clientes que van a uno de los estudios más importantes de Australia. Además, trabaja como modelo, acaba de sacar al mercado un libro para colorear con los diseños de sus dibujos y lanzó una marca de medias con sus diseños. Sobre este último emprendimiento, que realiza con Happy Socks, la tatuadora dijo que le resulta divertido e interesante para que los "fóbicos de las agujas" puedan tener sus diseños en algún otro lado que no fuera su piel.
Sin embargo, a pesar de disfrutar del buen momento de su carrera, ha dicho en más de una ocasión que la única vez que su profesión le pasó factura fue delante de las cámaras: "La única vez que tatuar se volvió algo estresante para mí fue cuando comencé a tatuar en televisión".
Defensora de los colores y un estilo naturalista, dice que los únicos tatuajes que se niega a hacer son los que incitan a la violencia y los que sabe que definitivamente no le van a salir. Tatuar animales, por ejemplo, es uno de sus hobbies. Su Instagram (@megan_masacre) está lleno de imágenes de tatoos de animales y de calaveras mexicanas, dos de sus diseños preferidos.
A Megan le resulta difícil decir cuál fue el peor tatuaje que tuvo que hacer o transformar. Sin embargo, hay uno que le quedó grabada: "Recuerdo uno que llevaba una mujer en ambos pechos. Eran ridículos. Uno era de una bota de vaquero llena de papas fritas y el otro un hot dog que tocaba la guitarra. Ambos eran grandes y oscuros, así que realicé una sola pieza en su pecho con hojas de otoño que eran sopladas por el viento, con colores muy brillantes. Creo que me tomó tres sesiones de cinco a seis horas cada una".
Dueña de una personalidad fuerte y original, no hay dudas de que Megan es una de las tatuadoras más importantes del momento. "Las artistas estamos pisando muy fuerte desde los últimos años", dice, y eso se celebra en el arte del tatuaje y en la vida en general.
Sus consejos para la primera vez.
Sin pudor alguno, Megan dice, en cada entrevista, que su primer tatuaje ya no le gusta. Es una chica de estilo anime que se hizo ella misma en una pierna cuando recién empezaba a tatuar. Fue después de trabajar seis meses en un estudio de tatuadores en Nueva York, cuando su jefe le dijo que había llegado el momento de tener su primera experiencia. "Fue una decisión precipitada", dijo en una entrevista. Por eso, la artista se encarga siempre de dar sus consejos para las personas que se quieran hacer su primer tatuaje. Lo primero que hay que hacer, dice, es pensar bien el diseño. "Para no arrepentirse hay que elegir un diseño que signifique algo que nunca cambiará. Algo que te recuerde a alguien que ames para toda la vida, como un hijo o un padre. O un diseño dedicado a algo que te apasiona, como un talento o un hobby".
El siguiente paso es investigar sobre los distintos tatuadores y encontrar a uno que tenga el estilo que se esté buscando.
Y, por último, elegir la zona. Sobre esto la artista sostiene que hay algunas en las que es muy doloroso, como las costillas, los pies, las manos, debajo del brazo, las muñecas, las rodillas y la cabeza. Lo que ella recomienda es la parte exterior del brazo y toda la pierna.
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