El cierre de Adhoc certifica la crisis de un sector golpeado también por el declive del ambiente cultural local
El cierre de la galería Adhoc, que se hizo efectivo hace dos meses aunque llevaba más de un año sin actividad, refrenda la caída en picado de un sector que, en Vigo, lleva demasiado tiempo aguantando su peor etapa.
Que Adhoc baje el telón es especialmente adverso, ya que se trataba de una de las galerías gallegas de mayor prestigio profesional tanto en el ámbito nacional como internacional, participando en ferias de arte acreditadas en Europa y Estados Unidos como Art Basel en Basilea y Miami, entre otras. Junto a Bacelos y PM8, eran las únicas que podían permitirse participar en Arco por prestigio y volumen de negocio, ya que estar en eventos de ese calado tiene un alto coste para los galeristas que tienen que rentabilizar con ventas. Y las ventas han caído en picado. La recesión es general en el sector del mercado del arte, al que la crisis financiera que afectó a todo el país dejó tan débil que aun no se ha recuperado. Pero en Vigo, que también tuvo su feria de arte, Espacio Atlántico, y que también fracasó, la situación es dramática.
Inés Ramiro se hizo cargo de Adhoc en el año 2000, aunque fue María Fálagan la que la puso en marcha en García Barbón. Ramiro, que presidió la Asociación Gallega de Galeristas, dejó en manos de su hija, Inés Ramón, la dirección de Adhoc en su última etapa, opina que la situación de la economía ha influido en el arte muchísimo, retrajo a las instituciones, los coleccionistas han desaparecido y parece como si el arte no importase. Para ejemplo, lo que está ocurriendo con el museo Marco», lamenta.
La galerista añade que ve un cambio social en el que la gente compra arte en subastas y quiere las cosas ya. «Hay más trasfondo, pero mi experiencia es esa. En los últimos años el público no venía a ver las exposiciones, cuando antes era algo que formaba parte de la vida social y cultural. Como si la crisis fuera una justificación para llevarse el arte por delante a nivel institucional», manifiesta.
Lo cierto es que en Vigo han desaparecido en la última década más de una decena de galerías: VGO, Triart, Alameda, Androx, Chroma, Art Next COAG, Alpide, María Prego, Saga, Metro, JT Gallery... Algunas funcionaban más como tienda, ya que la función de una galería no es solo vender, sino que representan a artistas y mueven su obra en el mercado haciendo subir su caché. La galería Bacelos, que dirige Pepa Gómez Montesinos, ha llevado a sus representados a Art Basel, Pulse Miami, Paris Photo, Zona Maco México. Hace cuatro años abrió sede en Madrid para combatir la parálisis local y sigue en Vigo con dificultad. La crisis del Marco la interpreta como otra puñalada más al sector y una noticia muy mala para Vigo. «El mercado está muy parado y aquí, más», asegura. Al igual que Inés Ramiro, se pregunta qué ha sido de los coleccionistas y también se replantea un cambio de modelo que dinamice una vida cultural que en Vigo agoniza.
Silvia Amarelo, de la galería Dua2, también es pesimista. «El galerismo está desapareciendo, se ha perdido el criterio», analiza.
Mientras, surgen otros modelos en los que la figura del marchante ya no es esencial y que combinan con actividad comercial de tienda, como Soho o Sargadelos, e iniciativas independientes como Apo’strophe o modelos como Lab_In, que compaginan la exposición con la producción de arte.
Las viguesas Bacelos y PM8 estarán en Arco y Montenegro, en Art Madrid
Las galerías viguesas Bacelos y PM8 serán las únicas gallegas que participen en Arco 2018. La feria de arte tendrá lugar entre el 21 y el 25 de febrero en Ifema y paralelamente, Art Madrid celebrará su 13 edición en la galería de cristal de Centro Cibeles. En su programa general participan 34 galerías internacionales especializadas en arte contemporáneo y entre ellas estará la galería Montenegro de Vigo, que llevará obras en representación de Jorge Barbi y Manolo Paz, además de tres piezas de Maruja Mallo.
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