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jueves, 16 de junio de 2016

Art Basel: arte sin límites

Ai Weiwei pinta de blanco una casa de madera de la dinastía Qing - AF

Más de 280 de las mejores galerías de todo el mundo se dan cita, hasta el domingo, en la feria suiza

Cuatro Calder colgados del techo, dos Fontana con dos y tres incisiones sobre la tela, dos Miró, cuatro Picasso, un Matisse, un Dubuffet y para rematar la escena el Fontanta titulado «Concetto Spaziale, La Fine de Dio» que el pasado mes de noviembre se subastó en Christie’s por 24 millones de dólares, con lo que consiguió el récord de cotización de este artista italiano. Todo ello puede contemplarse en el estand de la galería Helly Nahmad, que recibe al visitante que franquea la puerta de entrada de la feria Art Basel, que ayer abrió sus puertas al público en esta localidad suiza y que se prolongará hasta el domingo.
«Tomato Head (Green)», de Paul McCarthy en «Unlimited»
«Tomato Head (Green)», de Paul McCarthy en «Unlimited»- AFP
Y es que esta feria reúne piezas procedentes de más de 280 de las mejores galerías de todo el mundo, que reúnen en este reducido espacio las obras demás de 4.000 artistas. Unas obras que en muchos casos están al mismo nivel que las que se pueden encontrar en muchos museos, con la diferencia que aquí están a la venta. Entre estos 4.000 artistas, destacan unos cuantos españoles que, como no podía ser de otra manera, comienzan con el que posiblemente sea el artista más reconocido y cotizado del siglo XX: Pablo Picasso. Y es que son numerosas las galerías que presentan obras del autor malagueño, como Martín Landau, que ofrece un precioso retrato de mujer de 1953 por 8.750.000 dólares o Acquavella, que exhibe un pequeño retrato del pintor y la modelo por 5.500.000 dólares. Cifra que casi iguala un artista español contemporáneo: Miquel Barceló, de quien la propia Acquavella ofrece uno de sus buscados y cotizados cuadros de plazas de toros por cinco millones de dólares.
El otro gran protagonista español presente en muy diversas galerías es Joan Miró, a quien la galería Gmurzynska dedica gran parte de su espacio con cinco grandes esculturas y cuyos cuadros pueden verse en otros estands con unos precios que, en algunos casos, pueden llegar a rozar los diez millones euros.
«Ascenseur», de la performer brasileña Laura Lima
«Ascenseur», de la performer brasileña Laura Lima- AFP
La siguiente generación de artistas españoles está representada, en mayor medida, por Tàpies, con diversas obras en varias galerías internacionales, y, en menor medida, por Chillida, de quien apenas hay obra en Art Basel. Juan Muñoz está presente por partida doble en la galería Elvira González y en Marian Goodman. Y la parte viva de los artistas patrios se completa con la presencia de Manolo Valdés (quien acaba de inaugurar una exposición en Londres) y Juan Genovés en la galería Marlborough, Jaume Plensa en Lelong y Richard Gary, Jorge Galindo en Helga de Alvear y Secundino Hernández en varias de sus galerías internacionales.
Instalación de la japonesa Chiharu Shiota
Instalación de la japonesa Chiharu Shiota- ABC
Pero, para comprobar que el arte contemporáneo no tiene límites, nada como visitar la parte de la feria denominada «Unlimited», donde se exponen las obras de mayor tamaño que no tienen cabida en las medidas de los estands convencionales. Y es ahí donde podemos encontrar algunas de las obras más impresionantes de esta edición de Art Basel. La japonesa Chiharu Shiotavuelve a echar mano de una gran instalación de hilos de lana rojos con los que tan buenas críticas obtuvo en la Bienal de Venecia, solo que, en esta ocasión, las llaves venecianas ha sido sustituidas por viejas maletas. Ai Weiwei ha pintado de blanco una casa de madera de la dinastía Qing para reflexionar sobre la velocidad con la que se sucede la modernización e industrialización de China.
«Weak Force», de Peter Halley
«Weak Force», de Peter Halley- AFP
Una instalación blanca que contrasta con los colores del enorme lienzo deFrank Stella de tres metros de alto y quince de ancho que puede contemplarse a su lado. Una obra de dimensiones muy similares a las de su compañero James Rosenquist, de quien puede verse un lienzo de cinco metros de alto y 14 de ancho. Sin embargo, la palma en cuanto a tamaño se la lleva Peter Halley quien presenta un panel de 18 metros de ancho en el que inserta sus características obras fluorescentes. Y para acabar este recorrido por las obras de gran formato nada mejor que recurrir de nuevo a la figura de Antoni Tàpies, quien aparece con una impresionante obra de siete metros de ancho y que vuelve a recordarnos que el arte contemporáneo no tiene límites. Al menos, en Basilea.
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