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lunes, 4 de abril de 2016

Antonio Domínguez de Haro

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La fascinación de Domínguez de Haro por el espectáculo natural de flora y fauna marina fue interrumpida por un trágico accidente de tráfico. Afortunadamente sobrevivió el accidente, pero más de 50 años sumergiéndose bajo las aguas de los mares, se vieron obligados a llegar a su fin el 31 de julio de 1990.



El mar tiene fama de ser peligroso, pero Domínguez de Haro siempre se sintió en el océano como en su propia casa. Con sus propias palabras, donde el “peligro” lo encontró, dijo, fue en la carretera, en un horrible accidente de coche que acabó con su vida durante unos minutos. Se puede decir que Domínguez de Haro emergió del mismo abismo de la muerte. Él mismo cuenta que pudo escaparse de la muerte gracias a los años que pasó pintando el mundo submarino... diciendo que la explicación es simple: trabajando en el océano recibió la forma más pura de energía y precisamente esa energía adquirida directamente de los mares es la que le dio la fuerza para sobrevivir.



Más que nunca después del accidente, Domínguez de Haro quiere comunicar a los demás la intensa "vida interior" que tiene y su capacidad para conectar con el universo. Es un hombre de auténtica espiritualidad, rico en compasión y sensibilidad y que es valiente, y aventurero. Su pasión por la vida se muestra en muchas de sus acciones. Siempre preocupado por los necesitados…y ayudando con su arte y donaciones causas como el cáncer,SIDA y drogas.

                   

Domínguez de Haro se considera un ciudadano del Universo. Tiene su estudio en Almuñécar y una exposición permanente de su obra en Granada. Ahora su obra refleja una búsqueda de otras formas. El cuadro "Las sandalias del pescador", por ejemplo, representan un pez visto por un microscopio antiguo. Domínguez de Haro empezó a ver la vida del mar aún más rica, de manera más nítida y profunda.
"Un pequeño coral extraído del fondo marino y examinado con una simple lupa, puede servir como modelo de media docena de obras de arte magnificas y completamente diferentes la una de la otra"

 

 Saliendo de este período con mayor dominio del color y más profundidad en el tema, Domínguez de Haro conquistó la esencia más pura del arte orgánico de manera majestuosa. Su primera colección mostró un período de autenticidad, superación y reflexión donde las imágenes son menos luminosas y el tema es más fuerte. Ahora, Domínguez de Haro captura la vida en los mares sumergiéndose en lo más profundo de su alma donde mantiene vivo cada uno de los momentos que pasó en toda su vida sumergiéndose en los fondos marinos. Los colores son más densos y vivos, pero mezclados. El rojo no es un rojo cualquiera, pero más bien es una mezcla con toda la gama de colores. Su trabajo tiene proyección internacional más que nunca, porque sus cuadros se hayan ahora no sólo en Europa sino también en Asia y América. Su lugar favorito en el mundo para pintar es Almuñécar, la costa de Granada. El artista explica que la tranquilidad del mar permite el sol penetrar las aguas dando unos efectos de color increíbles haciendo Almuñécar un lugar muy único y fuente de inspiración para él. Sin embargo, también admira la belleza única de cada uno de los mares en los que ha estado. Domínguez de Haro viajo bordeando las líneas costeras esperando cada vez con ilusión ese día soleado, perfecto para sumergirse y capturar la luz y el colorido de sus fondos y disfrutando cada minuto de todas las formas de vida y la extraordinaria belleza del mundo submarino.


Cada una de sus obras lleva un mensaje de conservación fuerte y también su preocupación por el futuro de nuestro planeta potencialmente en peligro de ser devastado por la contaminación. En este periodo de iluminación, decidió dedicar cada uno sus pensamientos y acciones para la conservación del océano. Y desarrolló su capacidad de conexión con el universo para comprender que los océanos no están separados sino conectados para formar un solo gran océano.


Su obra está influenciada únicamente por el mismo. Pintar el fondo del mar, le otorga la autonomía de un estilo que es único, el Arte orgánico.

 

Antonio Domínguez de Haro nació el 14 de Mayo de 1928 en Granada, en la maravillosa costa tropical de Almuñécar en España. A la temprana edad de 16 años , presenta su primera exposición en España con sesenta y seis obras expresando su interés en el paisaje submarino. La exposición no solamente obtuvo reconocimiento inmediato de los medios de Comunicación, sino que también los críticos de arte aplaudieron con entusiasmo el trabajo del artista anticipando el futuro éxito de la joven estrella.

Después de este éxito, Domínguez de Haro dedicó su vida a su pasión… pintar y contemplar los mares.

Domínguez de Haro se dedicó a bucear para poder investigar a fondo los mares y de esa manera, poder apreciar y capturar la belleza de los paisajes submarinos. Su obra de arte presenta extraordinarias imágenes de un mundo de ensueño, de belleza y poesía, donde sus elementos se muestran con extraordinarias decoraciones de color y forma que fácilmente atrapan la atención del espectador. Se trata de un Nuevo mundo que era prácticamente desconocido para el público.

                  

Es el mundo orgánico que se encuentra en el fondo de los mares y que Domínguez de Haro quiso plasmar en sus lienzos. Así, revelando los misterios de los mares, al mismo tiempo que apoyando su creencia en la importancia que tuvieron los mares para el comienzo de nuestra existencia y para nuestras vidas actuales.




Cada una de sus exposiciones fueron elogiadas por los medios de comunicación y sus seguidores intelectuales del mundo del arte. Decían que sus obras eran de una gran belleza y que tenían el encanto de una rima poética.

Domínguez de Haro pasó gran parte de su tiempo viajando por el viejo continente de Europa con el fin de aprender y actualizarse a sí mismo con las últimas tendencias artísticas. Aprender las últimas técnicas, así como explorar las profundidades de los mares…fue clave para que Domínguez de Haro llevara a cabo su misión de hacer el mar parte de nuestra vida diaria y con un fuerte deseo de hacernos conscientes de la importancia de la existencia de los mares, para así admirarlos y protegerlos…ya que les debemos el respeto y admiración por ser la fuente de energía de donde venimos.

Domínguez el Haro se considera un ciudadano del Universo. Es un hombre de auténtica espiritualidad, rico en compasión y sensibilidad y que es valiente, y aventurero.

Tiene su estudio en Almuñécar y una exposición permanente de su obra en Granada.

Hoy en día, Domínguez de Haro captura la vida en los mares sumergiéndose en lo más profundo de su alma donde mantiene vivo cada uno de los momentos que pasó en toda su vida sumergiéndose en los fondos marinos.

Cada una de sus obras lleva un mensaje de conservación fuerte y también su preocupación por el futuro de nuestro planeta potencialmente en peligro de ser devastado por la contaminación. Alcanzando un periodo de iluminación, Domínguez de Haro decidió dedicar cada uno de sus pensamientos y acciones para la conservación del océano. Y desarrolló su capacidad de conexión con el universo para comprender que los océanos no están separados sino conectados para formar un solo gran océano.


Domínguez de Haro es considerado al pionero de las pinturas submarinas y el arte orgánico. Su sensibilidad y su técnica para poner a flote los colores, y la vida del mar, son insuperables y únicas. Nadie mas que el, ha dedicado tantos años para traer la belleza y la majestuosidad del océano a un lienzo, y por lo tanto a nuestras vidas. Su trabajo ha enriquecido las artes plásticas.

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