México
Las obras del artista mexicano Sergio Garval se caracterizan por explorar al hombre contemporáneo y su inherente temporalidad. Su muestra Ozymandias, desplegada en el Museo de Arte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), reúne más de 40 piezas que son un recorrido por simbolismos y desbordamientos plasmados en óleos, esculturas al bronce, dibujos y grabados, que constituyen una revisión de su trabajo en los últimos años.
Ozymandias es el nombre del proyecto con el que obtuvo una beca del Sistema Nacional de Creadores, pero también es el título del soneto de Percy B. Shelley, una referencia literaria ideal para quien explora con su pincel el absurdo y el sinsentido: “Me topé con este poema y me pareció muy interesante su reflexión sobre el poder y sobre cómo las arenas del tiempo van devorando todo el quehacer humano a su paso. Ubica al hombre en un contexto de humildad hacia lo que es el tiempo”, afirmó el artista para MILENIO.
Según Garval, aunque los poderes fácticos humanos “asumen soberbiamente posturas de eternidad”, los versos de Shelley les recuerdan que ningún hombre, ni siquiera los grandes imperios, están exentos del paso del tiempo. Estas reflexiones de connotaciones humanistas son las que se encuentran plasmadas en buena parte de su obra, en la que explora la ironía, la relación del adulto con la infancia y el desgaste de los objetos.
“Cada pieza tiene su particularidad y simbolismos. El punto de referencia es el hombre con su contemporaneidad, pues represento a los elementos con los que tenemos una relación estrecha. Tal es el caso del tiempo, que está presente a partir de la degradación que se hace dentro de los escenarios. Me interesan las atmósferas psicológicas de la escena, en donde el espectador es invitado a hacer un juego de reflejos y confrontaciones”, señaló Garval, quien también forma parte del proyecto El MILENIO visto por el Arte.
Sus cuadros muestran hombres y mujeres que deambulan, que naufragan sobre acumulaciones y “basureros” de maletas, juguetes, sillas y otros objetos sobre los cuales el tiempo ya dejó su marca. Tal es el caso de la serie Exquisitos pepenadores, algunas de cuyas piezas se encuentran en la exhibición.
“Los personajes de esos cuadros no son pepenadores cualesquiera. Se encuentran en tiraderos de basura no convencionales, sofisticados. Las inundaciones de juguetes están formadas por objetos lúdicos, que llevo al extremo, porque algo que me interesa es explorar la relación del adulto con los objetos de la infancia. Los juguetes no son nuevos en ninguno de los casos: el uso y la convivencia los han desgastado, pero, a su vez, el tiempo los ha impregnado de una riqueza emocional que los objetos nuevos no tienen. Es una basura emocional”, comentó Garval.
Otros objetos presentes en su obra son las maletas pues, en sus palabras, simbolizan el viaje existencial del ser humano, durante el cual se va llenando de contenidos que “va cargando y descargando continuamente”.
Para el artista, su trabajo busca crear una obra simbólica que permita distintas lecturas desde un espacio de libertad: “Parte del proceso creativo es absorber lo que te rodea, de donde surgen las ideas. Yo trabajo con series, pues es difícil que una pieza en sí misma tenga todas las inquietudes estéticas y conceptuales que quiero explorar. Me gusta hacer series que me permitan ver distintos ángulos de realización, a fin de generar un contexto más rico en lecturas”, señaló.
La exposición, abierta al público gratuitamente de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas, permanecerá hasta diciembre en el Museo de Arte de la SHCP, Moneda 4, Centro Histórico.
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